El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas
El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas
El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas
El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas
El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas
El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas
El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas
El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas

Los precios

El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas
El lujo se fue de Masaryk; Covid sacude zona y abarata rentas

Impacto global

De acuerdo con la consultora Bain & Company, la industria de lujo global, conformada por nueve segmentos, liderados por automóviles de lujo, hotelería de lujo y artículos de lujo personales así como experiencias, tuvo un fuerte impacto por la pandemia en 2020, al caer 20% Así, cerró el año, con un valor de mercado de un billón de euros, similar a lo registrado en 2015.

Aparadores de marca

Héctor Klerian, director general Adjunto de JLL México, comentó que varias de estas tiendas de lujo en corredores como el de Masaryk en Polanco funcionaban como flagship o aparadores de la marca donde en realidad la venta fuerte se realizaba electrónicamente o en centros comerciales. 

“Con la reducción de las ventas por la pandemia han tenido que reducir significativamente los aparadores o tiendas que no sean tan rentables por si mismas y las han quitado.

“En cambio, se quedan en los centros comerciales de los grandes desarrolladores, donde las rentas no bajan y te piden un monto adelantado del alquiler, porque te garantizan un flujo de gente. Es a donde primero regresa la gente (después del confinamiento)”, detalló.

También lee: 

De acuerdo con JLL, el segmento de lujo es de los más afectados por la pandemia porque son compras que se pueden retrasar, sus compradores tienen más acceso al comercio electrónico y no son artículos de primera necesidad.

Klerian agregó que estos locales vacíos tardarán en volverse a rentar o reconvertirse a otro giro de negocio porque tampoco hay demanda de oficinas, escuelas o restaurantes.

“Antes podías poner una cadena de clases de inglés o algo así, pero ya no hay clases”, dijo.