El , que aglutina a las principales firmas petroleras de Estados Unidos, alertó que el presidente está intensificando acciones discriminatorias contra empresas privadas que operan en el sector energético, incluidas las norteamericanas, que pueden resultar en “expropiaciones indirectas”.

En una carta enviada a los secretarios de Estado, Antony Blinken; de Energía, Jennifer Granholm; de Comercio, Gina Raimondo, así como a la embajadora y representante comercial de la Unión Americana, Katherine Tai, con fecha del 5 de mayo de este año, el organismo señaló que las modificaciones de los fundamentos a las leyes de la Industria Eléctrica y de Hidrocarburos “cambian las reglas del mercado a favor de Pemex y CFE contra las empresas privadas”.

El común denominador de ambas leyes, añadió, “es obstaculizar la nueva inversión privada en el sector energético y destruir el valor de los activos privados que están operando en violación de los compromisos de México bajo el TLCAN y T-MEC.

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“Estas acciones dirigidas contra las empresas miembro de la API probablemente contravengan los compromisos del T-MEC de México de otorgar un trato no discriminatorio con respecto al comercio de bienes [artículo 2.3], la inversión [artículo 14.4] y las ventas y compras de empresas de propiedad estatal y monopolios designados [artículo 22.4]. Estas acciones también parecen violar reglas adicionales relacionadas con la inversión, incluido el estándar mínimo de trato [artículo 14.6], y también podrían resultar en expropiaciones indirectas ilegales [artículo 14.10]”, sostuvo.

Pidieron continuar interactuando diplomáticamente con el Presidente y sus contrapartes a escala de gabinete en las agencias de México, para instar al gobierno a mantener sus compromisos del T-MEC de tratar a los inversionistas y exportadores estadounidenses de manera justa.

Críticas y amparos contra la política energética de la 4T
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Consideraron que el tratado comercial entre los países de Norteamérica se negoció para fortalecer la asociación comercial entre Estados Unidos, México y Canadá mediante la creación de un entorno positivo para el comercio, la inversión y las operaciones para todas las partes involucradas, brindando inmensos beneficios a los consumidores de energía en EU y México.

Subrayaron que una colaboración regional más sólida en materia de energía es fundamental para impulsar el crecimiento económico, seguir creando puestos de trabajo en los tres países y consolidar la competitividad global de América del Norte.

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El API, explicaron, apoya al T-MEC como base para desarrollar los beneficios mutuos que puede brindar un acuerdo comercial sólido, por lo que pidieron, como organismo representante de las empresas petroleras norteamericanas, involucrarse “de cerca en estos temas”.