La inflación en la primera quincena de junio repuntó superando las expectativas, impulsada principalmente por el incremento en los precios de los alimentos, mismos que registraron su alza anual más elevada en casi 23 años, de acuerdo con datos publicados por el Inegi.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor reportó un aumento de 0.49% en la primera mitad de junio. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 7.88%, la tasa más elevada desde la primera quincena de enero de enero de 2001.

“En lo que va de 2022, la primera quincena de junio ha dado una de las más grandes sorpresas inflacionarias, pues el avance de los precios resultó 17 puntos base arriba de la estimación del consenso, por lo que el primer dato de junio constituye un nuevo shock que muy probablemente afectará las expectativas para todo el año”, comentó Daniel Arias, analista económico de Monex.

Buena parte del repunte de la inflación fue resultado del incremento en el precio de los alimentos, los cuales registraron un alza anual de 13.08%, el aumento más elevado desde la primera quincena de septiembre de 1999, cuando subieron 13.68%.

“Incluso con las medidas de apoyo implementadas por el gobierno desde mayo, el panorama inflacionario ha mejorado poco y, por el contrario, sigue constituyendo uno de los principales riesgos a la estabilidad macroeconómica”, agregó Arias.

Al interior del grupo de productos alimenticios destacan los aumentos en los precios de la harina de trigo, con un alza anual de 27.65%; pan blanco, 24.19%, y tortilla de maíz, 14.57%, como resultado del incremento del trigo y el maíz a escala internacional. Entre las frutas y verduras con mayores aumentos se encuentran la papa, con un alza anual de 46.13%; ejotes, 25.56%; sandía, 22.92%; naranja, 20.47%; chayote, 15.05%, y chile seco, con un avance de 13.07%.

En materia de productos cárnicos y avícolas sobresalen el huevo, con un aumento anual de 21.13%; pollo, 17.33%; carne de res, 15.64%, y pescado, 14.07%.

En el sector energético vuelve a destacar el gas doméstico natural, con un incremento anual de 18.66%; la electricidad, 10.64%, así como las gasolinas regular y premium, con alzas de 7.71% y 7.22%, respectivamente, a pesar del subsidio gubernamental.

El índice de precios subyacente, que incluye los bienes y servicios cuyos precios son menos volátiles, aumentó 0.50% a tasa quincenal y 7.47% anual, la más elevada desde la segunda quincena de 2000.

El avance en el índice subyacente fue generalizado, tanto en bienes como en servicios. En el primer caso, sigue sobresaliendo el incremento en mercancías alimenticias, traspasando los altos precios de productos agropecuarios.

En el caso de los servicios, destacó el rebote en los distintos a vivienda y educación, destacando aquellos de entretenimiento, transporte y restaurantes, asociados a la movilidad social y la rotación del gasto, de bienes a servicios.

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