La casa se le quema a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, pero ella, en plan de brillante ministra, anda de viaje para recibir la Orden “El Sol de Perú” en grado de “Gran Cruz”, o sea que anda celebrando sus logros y los vínculos de justicia y amor con Perú. En realidad, la “gran cruz” que carga es la falta de pagos a los trabajadores Capítulo 3000.

La denuncia más reciente es de 17 personas que laboran por honorarios en los tres centros de la Coordinación Nacional de Literatura del INBAL: Casa Leona Vicario, Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia y Capilla Alfonsina, a quienes adeudan cinco meses y hasta ahora no les han pagado ni un peso. La titular de la Coordinación, Leticia Luna, hizo mutis y no da explicaciones. Nos cuentan que cuando le preguntan para cuándo el pago, ella responde que “son causas ajenas a la Coordinación”. Vaya indolencia de la servidora, afirman los trabajadores, quienes acusan que ante su falta de liderazgo, Luna se refugia en el cobijo que le dan la directora general del INBAL, Lucina Jiménez, y Laura Elena Ramírez, quienes la cuidan mucho.

La pregunta es: ¿Cuánto tiempo más deberá de transcurrir para que le paguen a los 17 trabajadores? Pero ese no es el único caso de impago a trabajadores de la cultura. Muchos, incluso dentro de la Secretaría de Cultura no ven las mejoras, por el contrario, lo que hay son paros laborales, por ejemplo en el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC, antes Fonca), cuyos empleados, tras irse al paro, por fin lograron que algunos empezaran a recibir este mes sus pagos atrasados.

Aunque Frausto ha ignorado las últimas crisis de la precarización laboral, se hizo un tiempito para tuitear y comentar, a propósito del Día del Trabajo, que la 4T “ha promovido una recuperación histórica del salario y la mejora de condiciones...” ¿Qué tal? Ya hasta parece burla contra los trabajadores que tienen que corretearla para recibir sus pagos correspondientes, ¿no?