La situación en Sonora es cada vez más complicada en materia de inseguridad y violencia, así lo señala el Reporte de delitos de alto impacto 2016 elaborado por .

En 6 delitos de alto impacto en la tasa acumulada por cada 100 mil habitantes, Sonora, en comparación con los demás estados de la República Mexicana, ocupó algunas de las primeras posiciones por encima de la tasa nacional, tales como: Homicidio doloso en la posición número 11, homicidio culposo en la posición número 13, extorsión en la posición número 13, robo con violencia en la posición número 4, robo de vehículos en la posición número 10 y robo a casa-habitación en la posición 8.

A nivel local, encontramos que tan solo Hermosillo concentra el 51.73% de todas las denuncias registradas en Sonora, los índices delictivos se incrementan considerablemente. Como lo mencionamos en nuestra anterior participación, “Dinero público y seguridad en Sonora”1, si tenemos suficientes recursos económicos, humanos y programas, ¿qué hace falta para tener mejor seguridad? le explico y voy por partes.

La razón fundamental para atender un problema es reconocer su existencia, la violencia e inseguridad ha ido en aumento en los últimos meses, sin embargo, la autoridad no lo reconoce y le echa la culpa a las “redes sociales que son quienes magnifican el problema”2, tal como lo señaló el titular de la Secretaria de Seguridad Pública en Sonora.

Por citarles algunos ejemplos, la última semana de abril en el municipio de Cajeme se presentaron 12 ejecuciones3 y aumentaron las agresiones por armas de fuego, al igual que otros municipios severamente afectados por enfrentamientos armados como en San Luis Río Colorado, Nogales y Hermosillo, donde autoridades se enfrentaron a personas armadas.

Regularmente se buscan cifras o datos reveladores, sin embargo, no olvidemos que cada “número” es un ser humano, con sus derechos humanos reconocidos por el derecho internacional y nuestra propia constitución, tienen rostro, tienen vida y por eso en esta ocasión trataré no solamente manejar cifras.

El caso de un enfermero que fue víctima en al menos tres ocasiones, por increible que esto parezca: primero por los delincuentes, segundo por parte de un policía y tercero por la criminalización de la misma autoridad y algunos comunicadores de Sonora. El joven enfermero4 salió por un refresco a una tienda de conveniencia cuando alrededor de cinco menores de edad lo atacaron con machete por lo que le provocaron lesiones en la mano y el antebrazo.

Después de ser agredido, un policía de tránsito se detuvo para preguntarle del incidente, le dijo que regresaría otra unidad, que llamara al 911 y remató diciendo “que no podía hacer nada porque eran menores de edad”.

El mismo joven agredido mencionó que ya contaba con los datos de su agresor y que interpondría una denuncia, pero fue el día domingo 15 de mayo por la mañana que, a través de las redes sociales, se daba a conocer que la persona que había denunciado públicamente su caso había sido asesinada con arma punzocortante, versión que después la autoridad confirmara.

Un par de semanas atrás respecto a este lamentable suceso, las autoridades municipales se justificaban señalando que el machete no era considerado arma prohibida, pero el mismo Fiscal General del Estado señalaba que la portación de machetes y otras armas está tipificado como delito en el Código penal para el estado de Sonora en los artículos 140 y 1415.

Cuando parecía que lo peor ya había ocurrido, el debate no se centró en la negligencia de las autoridades para responder ante esta situación, sino que, a través de algunos funcionarios municipales y estatales, al igual que algunos “comunicadores” se optó por buscar criminalizar a la víctima6.

Si bien el homicidio resulta indignante y reprobable, también esta mala práctica, de establcer prejuicios sobre las presuntos afectados, resulta gravísima ya que es violatoria de derechos humanos y de la misma Ley general de víctimas, que señala: en el capítulo II, concepto, principios y definiciones:

No criminalización. - Las autoridades no deberán agravar el sufrimiento de la víctima ni tratarla en ningún caso como sospechosa o responsable de la comisión de los hechos que denuncie”.

“Ninguna autoridad o particular podrá especular públicamente sobre la pertenencia de las víctimas al crimen organizado o su vinculación con alguna actividad delictiva. La estigmatización, el prejuicio y las consideraciones de tipo subjetivo deberán evitarse”7.

A un año de haberse anunciado el programa “Escudo Ciudadano” por parte de la Secretaria de Seguridad Pública, no ha tenido resultados dignos de reconocerse, esto ha ocasionado una profunda preocupación e indignación de los sonorenses y que cada vez más personas quieran hacer justicia por propia mano.

La experiencia internacional dice que ningún país ha frenado la violencia y delincuencia sin tener como base fundamental un programa de prevención, en donde los actores no sean únicamente el gobierno, sino que también se requiere la participación de la sociedad civil.

Ante estos y demás hechos ocurridos en Sonora, en donde la palabra tranquilidad se va alejando cada vez mas de nuestro entorno, un grupo de organizaciones de la sociedad civil, así como ciudadanos en general, decidimos elaborar un pronunciamiento con base en el Informe Regional de Desarrollo Humano8. Seguridad Ciudadana con Rostro Humano y de la imperante necesidad de vivir en un entorno seguro y libre de violencia. Y es a lo que denominamos un Pacto por la Seguridad en Sonora, donde la premisa es que los ciudadanos evaluemos el trabajo de las autoridades para evaluar compromisos adquiridos.

Para lograr esto, estamos convencidos de que sociedad y gobierno, tenemos que elaborar un plan de trabajo con seguimiento a las acciones. Para concluir, considero que es importante hacer un análisis y si alguna autoridad no se considera con el perfil para ocupar el puesto y considera que tiene la absoluta razón de lo que desea implementar, además no le interese someterse al escrutinio público, simplemente que mejor renuncie. Recordemos la filosofía que señala Robert Peel padre de la policía moderna: “La efectividad de la policía no se mide por el número de arrestos sino por la ausencia del crimen”.

Mtro. Manuel Emilio Hoyos Díaz

Director del Observatorio Sonora por la Seguridad

@EmilioHoyos777  @ObservSonoraSeg  @SegUnaFormaVida @ObsNalCiudadano

Bibliografía:

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