
Por Óscar Colorado Nates*
El Signor Paparazzo era un personaje en la película La Dolce Vita (1960) de Federico Fellini. Desde entonces surgió la etiqueta de paparazzi (palabra que la Real Academia Española ya como singular). Los paparazzi son, todos lo sabemos, aquellos fotógrafos que buscan la fotografía, preferentemente escandalosa, de los famosos.

El primer paparazzi fue Ron Galella, fotógrafo freelance. Su blanco favorito, aunque ciertamente no el único, fue la viuda de Kennedy, Jackie, luego transformada en la señora Onassis. Otro de sus blancos favoritos fue Marlon Brando, quien acabó golpeando al fotógrafo. Nació, desde entonces, una larga cadena de demandas y órdenes de la corte para prohibir que unos y otros, celebridades y fotógrafos, se acercaran mutuamente. Desde luego estas órdenes nunca han tenido mayor éxito.
La relación entre celebridades y fotógrafos es contradictoria: por un lado sí existe una cierta simbiosis donde ambos se benefician mutuamente. Algunas celebridades gustan de estar en el chismorreo de la llamada prensa rosa. Sin embargo, otras como la británica Sienna Miller se quejan de haber sufrido negativamente al ser calificadas de ser estigmatizadas como “tabloid persons.”
En Estados Unidos o el Reino Unido los tabloides pueden pagar cifras muy elevadas por una fotografía de celebridad. Desde unos cientos de dólares por una imagen de un famoso saliendo de un restaurante hasta millones por fotografías como la de Britney Spears al ser rapada. Las más valoradas incluyen el escándalo o la desnudez de alguna celebridad. Sin embargo estos son “garbanzos de a libra”: Un papparazzi promedio gana entre $60 y $100 mil dólares anuales, lo cual no es un ingreso espectacular en la Unión Americana.
Por su parte, cantantes, actores y actrices han llegado a adoptar actitudes extremas para evitar ser fotografiados. Brad Pitt es famoso por sus tácticas “anti-paparazzi” (lo cual ha elevado, paradójicamente, el precio de las fotos del esposo de Angelina Jolie). Amy Winehouse llegó a la rudeza de golpear y perseguir en carrera a fotógrafos. El propio Ron Galella tuvo que usar un casco de futbol americano después de la golpiza que le propinó, orden de restricción o no, Marlon Brando.
Los tiempos del paparazzo solitario, al estilo Galella, van in diminuendo. Agencias como X17 cuentan con pequeños “comandos” de fotógrafos. Por otra parte, los paparazzi ya no actúan en solitario: la triangulación es, cada vez, más común; tres fotógrafos se colocan en espacios estratégicos para tender auténticas emboscadas a las celebridades. Más que un tirador solitario, al menos en Estados Unidos, los paparazzi actúan como equipos S.W.A.T.
Sin embargo, a pesar de la creciente urgencia para contar la vida de los famosos a través de la fotografía, parece ser que los paparazzi, como muchos otros profesionales de la lente, están en peligro.
El máximo riesgo se encuentra, casi sin sorpresa, en los celulares con cámara que están en manos de todos. Muchas agencias cuentan, actualmente, con espacios on-line para recibir fotografías de celebridades y se paga por ellas. Desde luego, los medios que publican estas imágenes le pagan mucho menos a un aficionado que al paparazzi establecido y eso tiene un aliciente económico en las agencias y tabloides para preferir las imágenes amateur.
Empero, algunas publicaciones ya ni siquiera pagan: Simplemente rastrean las redes sociales en busca de alguna imagen escandalosa, sin mencionar las propias cuentas de Instagram de los famosos. Desde luego las publicaciones con menos escrúpulos publican sin pagar un centavo y, en el extremo, pueden llegar a omitir la fuente de la imagen.
De modo que hoy, los paparazzi, lo tienen cada día más difícil entre la astucia de las celebridades, la aparición de prendas de vestir híper-reflejantes que arruinan la exposición con flash y, la puntilla, los fotógrafos casuales armados con cámaras en dispositivos móviles.
Tal vez, y solo tal vez, Jennifer Aniston pueda descansar algún día del revoloteo de los paparazzi.
Invito a los lectores a que comenten qué opinan sobre esta controversia.
Imagen Líquida, nuestro programa radiofónico, presentará a César Vera, fotógrafo mexicano de celebridades que opera en Nueva York
Finalmente, aprovecho la ocasión para comentar que sobre este y otros temas hablaremos el próximo miércoles 10 de agosto de 2016 a las 11:00am. Realizaremos la segunda emisión de nuestro programa “Imagen Líquida” que transmitirá en vivo RadioUP (la estación de Radio Digital HD de la Universidad Panamericana). Podrán escucharnos on-line en www.radioup.mx; el programa estará disponible también en podcast en https://www.mixcloud.com/imagenliquida/ Nuestro segundo programa tendrá como tema “Celebridad y fotografía.”
Tendré el gusto de conducir este programa junto con la grata compañía de Ulises Castellanos. En nuestra primera emisión nos acompañará César Vera, fotógrafo que ha tenido frene a su lente a Phil Collins, David Bowie, Cate Blanchett, Irina Shayk, Milla Jovovich por mencionar solamente algunas luminarias.
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*Óscar Colorado Nates es titular de la cátedra de Fotografía Avanzada en la Universidad Panamericana. Autor de libros como Instagram, el ojo del mundo, Fotografía de Documentalismo Social, entre otros. Editor y Director General de la revista fotográfica universitaria MIRADAS. Miembro de The Photographic Historical Society (Rochester, NY) y creador de www.oscarenfotos.com, blog de reflexión fotográfica líder en Iberoamérica. twitter@oscarenfotos