Un gran ausente en las discusiones de cambio climático es la agricultura. De acuerdo a la OCDE, dicha actividad aporta 17% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) y aporta entre 7% y 14% adicional a través de las prácticas de cambios de uso de suelo. El uso de fertilizantes y pesticidas así como la explotación del suelo del, forman parte de las prácticas del modelo de agricultura industrial que contribuyen significativamente al cambio climático. A la par, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, estima que el 18% de las emisiones mundiales son atribuibles al ganado bovino, búfalo, ovejas, cabras, camellos, cerdos y aves de corral.
A la par, el cambio climático está teniendo un impacto directo en el sector agrícola, afectando negativamente no solo a dicho sistema, si no tamibén al ganaderos y pesquero en múltiples regiones del mundo. Los productores de pequeña escala, que representan el 80% de los productores de nuestro país, son los que menos han contribuido al cambio climático a pesar de ser los más afectados. El aumento de las temperaturas, la variación de las lluvias y la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos generados por el cambio climático están aumentando la presión en los sistemas locales de producción. El cambio climático también está contribuyendo a la escasez de agua así como a la contaminación y degradación del suelo, haciendo cada vez más compleja la producción de alimentos. El cambio climático, por lo tanto, está teniendo un impacto en la soberanía alimentaria, la economía rural y el bienestar de las comunidades campesinas.
Se requieren políticas públicas integrales y coherentes que acompañen los esfuerzos de las comunidades campesinas para poder crear un sector agrícola sostenible, productivo y resiliente. Las políticas públicas deben asegurar que las mujeres, hombres y jóvenes campesinos cuenten con los recursos, capacidades y sistemas de protección para hacer frente a sequías, inundaciones y otros desastres climáticos. El fomento a la agricultura familiar y campesina además de fomentar la resiliencia de las comunidades campesinas, podrá funcionar como estrategia eficaz en la mitigación del cambio climático.
Notas:
En sus planes nacionales, denominados contribuciones determinadas a nivel nacional, cada país delinea sus metas y acciones a largo plazo