Los encuentros actuales entre Andrés Manuel López Obrador y su partido con el clan Yunes reviven una vieja idea: la fuente del surrealismo y el mundo kafkiano no es europeo sino mexicano.

Hablar en la actualidad de sentimiento moral como característica de la especie humana es equivocado; hacerlo a nivel individual es correcto: hay, por fortuna, suficientes seres humanos “buenos”, investidos por conductas éticas

La austeridad republicana fue nociva; la falta de insumos básicos en hospitales afecta a enfermos y a médicos. Se efectuaron 20 millones menos de estudios de laboratorio clínico que durante el sexenio del fugado y nauseabundo Peña Nieto.

Las metas fundamentales de la ética son bregar por la justicia y aspirar a la felicidad. Pobreza y hambre son binomio inseparable. Si no disminuyen pobreza y hambre, imposible hablar de justicia y felicidad.

Mientras siga poniendo en primera línea su soberbia, los muertos y la destrucción persistirán. Lo mismo sucederá con el antisemitismo en el mundo: seguirá reproduciéndose.

En 2023 más de medio millón de personas cruzaron el Darién. Entre ellas, muchos niños. Se ignora cuántos perecieron. El nivel de los ríos puede ser mayor que la altura de muchos de ellos.

Las farmacéuticas son negocio y no son responsables de la miseria poblacional; sin embargo, deberían incrementar sus obligaciones sociales: lo que hacen por las comunidades pobres no es suficiente.