¿Los asistentes de manejo nos vuelven menos hábiles al volante?

Todo en esta vida evoluciona, desde la naturaleza hasta la tecnología. Es un proceso natural que perfecciona todo aquello que, como especie, creamos. Específicamente en el ramo automotriz, un parteaguas en seguridad son los asistentes de manejo, que cada vez resultan más avanzados.

Los que aprendimos a manejar de manera más “análoga” sabemos lo que es tener que estacionarse sin cámaras ni sensores y, mucho menos, dejar que el auto haga maniobras por cuenta propia. Pero me viene a la cabeza la gran pregunta de qué sucederá con las generaciones que apenas aprender a conducir.

Me explico: los asistentes de manejo, también llamados ADAS (asistencias avanzadas a la conducción, por sus siglas en inglés), son sistemas que usan software para comprender el entorno y así, avisar al conductor de posibles accidentes, incluso de evitarlos.

Entre ellas me refiero al control crucero adaptativo , detección de peatones, alerta de tráfico cruzado, monitor de punto ciego, entre otros. Ciertamente son de gran ayuda en diversos momentos y claro que aplaudo cuando autos nuevos, cada vez de segmentos menores, los incorporan, pero creo que podrían generar una dependencia en el sentido de no crear un vínculo con el conductor.

En Europa, ya se está legislando a favor de que todos los autos nuevos desde este año deben tener, por lo menos ocho asistentes de manejo. Esto quiere decir que si estás aprendiendo a manejar, es probable que tu primer auto ya cuente con estos sistemas, cuando menos un par de ellos.

Desde mi punto de vista y también desde mi experiencia, manejar un auto con ADAS para luego subirse a uno que no las incorpora, hace que me confíe en cierto modo porque sé que el auto hará el trabajo por mí. Ciertamente hay que seguir atentos al camino, pero que el coche haga gran parte de la tarea de manejar y creo que puede repercutir a la larga en conductores menos capaces de reaccionar ante una emergencia, o de realizar tareas tan sencillas como estacionarse entre dos autos usando sólo los espejos.

Haciendo una analogía , es como escribir a puño y letra todos los detalles de un lanzamiento a escribirlo o grabarlo directamente en el celular. Como humanos, siempre buscamos la manera de facilitarnos el trabajo, por muy sencillo que sea.

Afortunadamente, los asistentes son configurables en sensibilidad de reacción, además de poderse apagar a voluntad del conductor. Mi recomendación para aquellas personas que tienen hijos adolescentes, es que realmente aprendan a manejar “a la vieja escuela”, a sentirlo y entenderlo, pues la práctica hace al maestro.

Que no se malinterprete el tema, los asistentes son de gran ayuda y salvan vidas, pero creo que es preferible conocer cualquier auto en su estado más puro previo a dejar que “maneje” por nosotros. Esto le brinda confianza a cualquier conductor, pues al conocer las reacciones de su auto, sabrá explotar mejor las capacidades y asistencias cuando sea necesario.