Si eres fanático de los autos, conocerás la historia de SAAB . No obstante, aquellos que no saben del tema necesitan contexto para comprender lo que sucedió en esta agencia. Esta era una marca de origen sueco que, a finales de los años 80, fue adquirida por General Motors en un 50 por ciento.
Para el año 2000, GM terminó de comprar el otro 50 por ciento de la empresa y comenzó con proyectos ambiciosos. Sin embargo, la crisis económica del 2008 llevo a SAAB al borde de la bancarrota y, para 2010, ya no era una empresa que representara ganancias para General Motors, por lo que fue vendida.
La firma de hiprerautos Spyker la compró, pero jamás pudo levantar a la marca y SAAB dijo adiós en 2011 de manera definitiva. Con esto, la mayoría de sus distribuidores también cerraron sus pisos de ventas casi de manera inmediata.
10 años después, SAAB vuelve a ser noticia gracias a un par de Youtubers franceses, quienes encontraron una agencia abandonada de la marca en la que parece que el tiempo se detuvo de un momento a otro.
Gabriel y Corentín son los sujetos en cuestión, quienes subieron un video a su canal de YouTube digno de una serie de terror. Los coches están en perfecto estado, situados en sus lugares de exposición y aún con carteles promocionales en las paredes con las ofertas del momento.
Lo realmente curioso es que todo se dejó tal y como si al día siguiente los trabajadores fueran a volver a continuar con sus labores. En donde más se nota esto es en el taller, pues incluso las herramientas están en las mesas de trabajo, así como las refacciones y vehículos a reparar.
Entre los vehículos que se ven el el video, destacan algunos SAAB 9-5, 9-3 y una exclusiva SAAB 9-7X, la SUV de la marca que tenía un motor V8 de General Motors con 400 caballos de fuerza heredado directamente del Corvette de la época.
Entre otras unidades, se aprecia un SAAB 900 CSE, un clásico de la marca que seguramente fue llevado al taller para una revisión y jamás volvió a salir del lugar.
Al momento, es un misterio el abandono repentino de la agencia. Si bien la marca se fue a la quiebra, debieron de seguir todo un proceso para vender las últimas unidades y cerrar el negocio como se debe.
Es posible que, los propietarios de este lugar, pensaron que en cuestión de días un nuevo inversionista se haría de SAAB y esperaban volver al lugar como si nada hubiera pasado. La realidad es que, en el lugar, parece que no pasó ni un solo segundo.