Cualquiera que entre al sitio web de Volkswagen en nuestro país puede leer el slogan “la marca más querida de México”.
A pesar de lo atrevido y soberbio que esto pueda parecer, muy pocos negarían la verdad de esta consigna, pues prácticamente todos conocemos a alguien (si no es que nosotros mismos) que ha tenido un “Vocho” , una “Kombi” , un Jetta o un Golf con el que se han encariñado por mucho tiempo.
Sin embargo, en la actualidad, los productos y resultados de la marca alemana parecen estar muy lejos de la preferencia que gozaban antes entre público mexicano.
De enero a abril del año en curso, las ventas de Volkswagen han bajado en 9.9% en comparación con el mismo periodo de 2018.
Esta tendencia no es distinta al decrecimiento en sus resultados del año pasado, pues la marca alemana vendió
que en 2017.
Si bien estos resultados son sintomáticos de un mercado interno a la baja, la oferta actual de algunos de sus productos acentúan esta tendencia.
Este comportamiento no es exclusivo de nuestro mercado y por esa razón, es posible ver que en Estados Unidos se ha anunciado la descontinuación de modelos tan arraigados anteriormente como el Golf “normal” para su próxima generación.
A pesar de que actualmente este vehículo es fabricado en Puebla, la continuidad de su venta en un futuro está en entredicho para nuestro país y nos hace pensar, ¿qué le depara a la marca en México?
Los próximos modelos a ingresar a nuestro país son el Volkswagen Virtus (evolución del Vento) y la Volkswagen T-Cross (una SUV pequeña proveniente de Brasil). Sin embargo, desde una perspectiva más grande, la estrategia global de la marca parece ir en otro sentido.
Hace tan solo unas semanas, la marca alemana presentó su primer eléctrico de origen con ambiciones de producción masiva. Su nombre es el I.D.3 y tan solo el día de su develación, se registraron 10 mil pedidos en Europa.
Este es solo uno de los lanzamientos que se desencadenarán del uso de la plataforma MEB que será empleada en distintas carrocerías con el fin de convertirse en la marca de volumen con mayores ventas a nivel global.
Valdrá la pena ver si Volkswagen aplicará esta estrategia de productos al mercado nacional para revertir sus resultados a través de autos tecnológicamente avanzados o si se mantiene la oferta en nuestro país de vehículos para “naciones en desarrollo”.
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