La Fórmula 1 es conocida por su glamour y altas velocidades, pero también por momentos que cambiaron el curso del campeonato. Un ejemplo de ello es la muerte de Ricardo Rodríguez, en la curva peraltada del Autódromo Hermanos Rodríguez, pero si nos trasladamos a años más recientes, se trata del piloto Taki Inoue.
Para fortuna de todos, su caso es menos trágico y, al día de hoy, se recuerda con cierta comedia. No porque lo ocurrido sea gracioso sino porque parece algo que ni a Chaplin se le hubiera ocurrido plasmar en una de sus películas.
Inoue fue un piloto dentro de la parrilla de F1 en 1994 y 1995 , autoproclamado como “el peor piloto en la historia de Fórmula 1” que solamente terminó cinco de 18 carreras debido a que constantemente chocaba o descomponía su auto.
Lo curioso de este asunto es que, durante el Gran Premio de Hungría de 1995, su auto comenzó a incendiarse. Como los protocolos indican, los oficiales de pista tienen que apagar el fuego pero algo no salió bien, por lo que Inoue decidió salir del auto para buscar un extintor y apoyarlos. Al hacer esto, el “safety car” lo atropelló. Afortunadamente, no fue nada grave pero es algo que nunca había ocurrido. Este video lo puedes ver aquí.
Otro acontecimiento similar ocurrió en Mónaco durante ese mismo año. Inoue estaba en las prácticas cuando se quedó sin frenos, por lo que una grúa llegó a retirar el coche. Todo parecía ir correctamente pero el “safety car” hizo su aparición, con un choque directamente a la grúa. Nadie resultó herido pero sin duda, parece una escena de Tom y Jerry.
Para suerte de todos, Taki se retiró ese año de la F1 pero ahora, con la magia de las redes sociales y su humor oscuro, se pueden encontrar tweets donde se burla de él mismo comparando accidentes actuales con los que él vivió.