¿Cómo debe lucir el primer reloj puramente masculino de una de las marcas más importantes del lujo femenino? ¿Cómo lo habría diseñado Coco Chanel? Éstos fueron los dilemas que debió resolver Nicolas Beau, Director Internacional de Relojería de Chanel. Así nació Monsieur, equipado con el también primer mecanismo hecho internamente por la casa francesa, llamado simplemente calibre 1.

"Como no tenemos historia masculina, no hay barreras y no estamos condenados a seguir cierto estilo de relojes para hombre", dijo Beau. "Para nosotros es un territorio inexplorado. Los relojes que hacemos poseen muchos elementos de Chanel, pero tienen un diseño nuevo. Las marcas que ya cuentan con muchos mecanismos deben hacer lo mejor que se pueda con ellos, modificarlos, alterarlos, cambiar algunos elementos. Nosotros no teníamos nada con qué empezar, así que hemos hecho algo desde cero, y cada uno de los componentes se ha diseñado específicamente para este modelo".

El proyecto empezó en el año 2011 y en él estuvieron involucrados el Estudio de Chanel (diseño), la manufactura Châtelain que es propiedad de la marca (desarrollo del mecanismo y pruebas) y el relojero independiente Romain Gauthier (creación de algunos componentes). "Para un reto así se necesitan tres ingredientes: un equipo creativo que ya teníamos; talento en el desarrollo de mecanismos, que contratamos; y decidir las funciones del reloj", dijo Beau.

Como a Coco Chanel le gustaba la numerología, los creadores de Monsieur decidieron que el reloj tuviera una hora saltante, que es la ventana que se puede ver en la posición de las 6 y cuya forma está inspirada en la plaza Vendôme de París. Los minutos están dispuestos a lo largo del arco de 240 grados en la parte superior del reloj. En este caso, la función se conoce como minutos retrógrados, ya que cuando la manecilla llega al número 60, retrocede instantáneamente hasta el 0.

La tercera función son los segundos independientes o pequeños, que es la pequeña esfera del centro.

"Una vez que tuvimos el movimiento, la pregunta era en qué caja ponerlo", dijo Beau. "¿En la del [reloj femenino de Chanel] J12? Lo consideramos, pero nos dimos cuenta de que sería un error. Preferimos hacer una caja diseñada para el mecanismo, por eso tiene el tamaño exacto. Y por eso la esfera es muy simple, pues además de mostrar las funciones, no tiene una decoración específica. Es muy limpia. Nuestro objetivo era hacer un objeto hermoso".

La marca puso énfasis en la estética y la técnica tuvo que adaptarse a ciertas restricciones.

"[En Chanel] Siempre ponemos la estética y el diseño en primer lugar. La técnica debe estar presente, pero oculta", dijo Beau. "El calibre 1 es muy circular y por lo tanto, los puentes son muy delgados y circulares. Trabajamos todos los acabados de forma individual y procuramos que fueran muy visibles. Usamos diferentes tonos de negro en diversos acabados —como mate y satinado— para asegurarnos de que todos los componentes luzcan. El toque de la marca está en la estrella, que es parte de nuestra simbología. El tercer elemento es el león, que transformamos en un sello de garantía y de calidad que también emplearemos en nuestros próximos mecanismos internos".

Aun así, explicó Beau, Chanel ha solicitado dos patentes por el calibre 1. La primera es porque la hora saltante y los minutos retrógrados son simultáneos, es decir, cuando estos últimos llegan a 60, saltan junto a la hora. La segunda es porque los minutos retrógrados del Monsieur se pueden ajustar hacia atrás y hacia adelante, algo único en un reloj de este tipo.

Chanel tiene una trayectoria relativamente corta pero sólida en la creación de relojes femeninos. Es una de las marcas de alta costura que mejor han sabido traducir sus códigos a estos accesorios. En 1987 debutaron en la industria con el modelo Première, en el año 2000 lanzaron el reloj de cerámica J12 y en 2010 el Première Flying Tourbillon.

Por eso, Beau está consciente del desafío que significará adentrarse en el territorio de la relojería masculina del brazo de una de las marcas más identificadas con el público femenino.

“No siempre es fácil para un hombre llevar un reloj que en la carátula dice Chanel, porque un reloj simboliza quién es la persona que lo lleva, sus valores, el dinero que tiene, su estilo”, dijo. Pero al mismo tiempo está seguro de que Monsieur seducirá fácilmente a quienes busquen un guardatiempo “muy bien hecho, original y elegante”.

EXPEDIENTE MONSIEUR:

Duración del proyecto: Cinco años (2011 a 2016).

Movimiento: Calibre 1 de cuerda manual, 170 componentes, 2 puentes circulares esqueletados y 2 barriletes montados en serie.

Duración de la cuerda: 3 días.

Funciones: Ventana de hora saltante digital a las 6 horas, minutos retrógrados en arco de 24º a las 12 y pequeños segundos.

Caja: 40 mm en oro blanco u oro beige (150 ejemplares de cada uno).

Acabados: Masa oscilante con motivo "Côtes de Genève"

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