En Puebla unos muestran músculo, otros, pellejo
Con miles de seguidores que abarrotaron este domingo el escenario y con ventaja de 3 a 1 en encuestas, el candidato de la coalición Morena-PT-PVEM al gobierno de Puebla, Miguel Barbosa, arrancó campaña de la mano de la líder nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, del coordinador de los diputados federales de ese partido, Mario Delgado, y del gobernador de Tabasco, Adán López Hernández. Enorme contraste respecto del evento del segundo lugar en la carrera, Enrique Cárdenas, a quien dejaron solo los líderes nacionales de los partidos que —supuestamente—lo respaldan: PAN, PRD y MC. Tampoco acompañó la dirigente nacional del PRI a su candidato Alberto Jiménez, quien admitió en su evento de arranque estar en tercer lugar. ¿Ya se rindieron ante Barbosa?
La unidad de Morena en los meses por venir
Con las gubernaturas de Puebla y Baja California en juego, en Morena saben que el principal riesgo no está en la oposición, sino al interior del partido. Nos hacen ver que la presidenta nacional Yeidckol Polevnsky, está tratando a toda costa de no dejar cabos sueltos entre la militancia, sobre todo porque varios de los actuales seguidores de Morena tienen sus orígenes en el PRD y el PRI; todavía habrá quien les susurre al oído en busca de otro hueso. Nos cuentan que no la tiene nada fácil doña Yeidckol, y es que algunos todavía resienten el uso del “garrote” ante las discrepancias.
El último de los panistas rebeldes
Nos hacen saber que muchos panistas celebraron la resolución del Tribunal Electoral sobre la expulsión de Ernesto Cordero, debido a que desde el interior del blanquiazul siempre consideraron que éste era ya más priista que panista. De aquel llamado grupo de los rebeldes del PAN solo queda Roberto Gil, quien sin hacer mucho ruido se refugió en la denominada Asamblea de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN), que agrupa a siete de los 11 mandatarios azules. Gil ahora participa en algunos órganos partidistas, desde donde—nos dicen— dicen continúa “grillando” al maderismo y al anayismo, entre otros.
Sólo un raspón, dice el Presidente
Ayer en su gira por Ciudad Valles, San Luis Potosí, y Ciudad Madero, Tamaulipas, el presidente Andrés Manuel López Obrador omitió hacer referencia al accidente carretero donde se vio implicada una camioneta de su avanzada el sábado pasado. “Fue un raspón”, dijo el mandatario en Aquismón. Pero una foto en un diario de San Luis dejó ver que no se trató de un mero choque laminero sino de un impacto que dejó maltrecha la camioneta en cuestión. Pese a ello, el propio López Obrador ha señalado que no dejará de viajar por carretera a lo largo del país.