Periodismo de investigación

El 'centavero'. Sanders pone en jaque a Clinton

Tras derrotar a la ex primera dama en New Hampshire, el senador batió récord: recolectó 5.2 mdd en 18 horas para su campaña presidencial, gracias a minidonaciones

El senador batió record, recolectó 52 mdd en 18 horas (Ilustración: CARLOS RIVAHERRERA
20/02/2016 |03:30Eileen Truax |
Redacción El Universal
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La semana pasada, el equipo de Bernie Sanders, aspirante a la candidatura a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Demócrata, celebró dos acontecimientos importantes: el pasado martes 9 de febrero, su triunfo sobre Hillary Clinton en la elección primaria de New Hampshire, y el miércoles 10, el nuevo récord histórico en las donaciones económicas a una campaña presidencial que consiguió: 5.2 millones de dólares en sólo 18 horas, hechas principalmente vía electrónica.





Durante su discurso de victoria en la ciudad de Concord la noche del martes, Sanders se dirigió a los presentes y a quienes lo seguían a través de los medios, invitando a una noche de recaudación: “Les pido que vayan a BernieSanders.com y contribuyan. Por favor, ayúdennos a reunir los fondos que necesitamos, así sean 10, 20 o 50 dólares, para continuar la batalla en Nevada, Carolina del Sur y los estados que siguen”.

En las 18 horas posteriores a su llamado, la campaña de Sanders recibió cerca de 150 mil donaciones. El promedio de cada una fue de 34 dólares.

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Si el sello de Barack Obama en su lucha por la candidatura demócrata en 2008 —también contra Hillary— fue la campaña a ras de piso, que logró sumar importantes sumas de dinero provenientes de pequeños donadores individuales, lo que distingue a Sanders es su marcado distanciamiento de las corporaciones que cabildean en Washington DC y que invierten millones de dólares para apoyar al candidato de su preferencia. Obama combinó ambos tipos de donaciones, pero Sanders ha convertido la distancia respecto de Wall Street en su marca personal.

La carrera reciente del senador por Vermont lo respalda. Identificado como socialdemócrata, Sanders llegó al Senado en 2006 como candidato independiente, sin afiliación al Partido Demócrata o Republicano. Antes de eso, fue congresista en la Cámara Baja por 16 años; es el miembro del Congreso que ha estado en el cargo en calidad de independiente por más años.

“Es posible hacer las cosas de manera diferente”, explica Erika Andiola, secretaria de prensa de la campaña de Sanders y ex presidenta de la coalición Dream Act en Arizona. “Una campaña no necesariamente requiere que los políticos se amarren a los grandes intereses del país, que han financiado indirectamente al gobierno por muchos años. Hay muchos asuntos que el gobierno tiene que resolver, pero no lo hace porque tiene que responder a los intereses de las compañías que los llevaron ahí y que hacen lobby. Nosotros estamos haciendo una gran campaña con pequeñas contribuciones”.

Tales aportaciones han venido de los sitios más variados. En las listas de los miles de donadores de la campaña de Sanders registradas en la Comisión Federal Electoral (FEC) se pueden encontrar, entre otros, a un desarrollador web de Boston, quien donó 35 dólares; un jubilado de Iowa (29 dólares); un agente de patentes de California (250 dólares); un administrador de redes de Nueva York (tres dólares); un músico de Michigan (20 dólares), y una enfermera de Nueva York (200 dólares).

Los primeros días de febrero, el Center for Responsive Politics, una organización independiente dedicada a rastrear el dinero que se invierte en la política y su efecto en las elecciones, publicó un análisis de las donaciones recibidas por los candidatos a la Presidencia a partir de la información registrada por la FEC. Según esas cifras, hasta el 31 de enero pasado la campaña de Sanders había recaudado poco más de 74 millones de dólares, de los que 98% son de contribuciones individuales. De esa suma, 72% —54 millones— provienen de pequeños donadores, y sólo 26% de grandes donadores. Únicamente 3 mil 500 dólares fueron donados por alguno de los grandes grupos conocidos como PAC, una de las principales fuentes de ingreso de los otros candidatos, incluida Hillary, cuyos 112 millones recaudados hasta la misma fecha fueron financiados en 86% por grandes donadores.

Financiar la política

En Estados Unidos, además de las donaciones individuales realizadas directamente al candidato, el financiamiento de las campañas se da a través de los PAC (Political Action Committee), asociaciones que puede crear cualquier individuo o grupo para reunir dinero en favor de un candidato, siempre que los fondos no vengan de corporaciones o de un sindicato (aunque los sindicatos pueden formar su propio PAC recibiendo dinero sólo de sus miembros).

Se considera que existe un PAC cuando el dinero recibido excede los 2 mil 600 dólares y sus donaciones no pueden superar, en cada elección, los 5 mil dólares por candidato o los 15 mil dólares por partido político. Sin embargo, los PAC sí pueden realizar campaña en favor de un candidato por su cuenta sin límite alguno; por ejemplo, suelen transmitirse comerciales en televisión en favor del político apoyado, aclarando, al final, que esa publicidad no tiene relación directa con el candidato, sino con un PAC.

También existen los súper PAC, agrupaciones de mayor tamaño que, a diferencia de los PAC, pueden recaudar fondos de corporaciones y sindicatos, y hacer gastos a favor de un candidato ilimitadamente, siempre y cuando no donen directamente al abanderado o a su campaña ni se coordinen con ellos. Tradicionalmente, las empresas líderes en Wall Street —entre ellas las de George Soros o la financiera Goldman Sachs—, las aseguradoras, las empresas de bienes raíces y las petroleras componen una buena parte de estos súper PAC.

Hasta principios de febrero, las donaciones provenientes de los súper PAC a las campañas por la Presidencia tenían como principales destinatarios a los republicanos Jeb Bush, con más de 75 millones de dólares; Ted Cruz, con 44 millones, y Marco Rubio, con 27 millones. En segundo lugar en la tabla general se ubica Hillary Clinton, contrincante de Sanders en la lucha por la candidatura del Partido Demócrata, con 56 millones de dólares. Sanders se mantiene muy por abajo, con tan sólo 2 millones de dólares provenientes de súper PAC del sector educación, trabajadores de la salud, retirados y asociaciones de abogados, es decir, grupos no vinculados con Wall Street. El único aspirante presidencial —republicano— que ha recaudado menos de los súper PAC es Donald Trump: 56 mil dólares, de uno de trabajadores de la salud. El magnate se jacta de estar financiando completamente su campaña.

Comparar las listas con los nombres de los contribuyentes para cada candidato también resulta revelador en el caso de Sanders: sumando lo que ha recibido de sus principales 20 contribuyentes, el resultado apenas roza los 400 mil dólares. En la lista destacan los nombres de Alphabet Inc (propietaria de Google), la Universidad de California y Microsoft. En comparación, si se revisan los principales 20 contribuyentes de su contrincante de partido, Hillary, resulta que ella ha recibido 34 millones de dólares de una lista encabezada por los grupos financieros Soros, Saban y Paloma Partners.

La contienda

Cuando Sanders anunció su intención de buscar la candidatura del Partido Demócrata, era difícil apostar a que un senador de 74 años conocido sólo en Vermont, que se describe como socialdemócrata y cuestiona la forma de hacer política en Washington, podría derrotar a una ex primera dama, ex senadora y ex secretaria de Estado, beneficiaria de los nexos con el establishment político que otorga el apellido Clinton.

A punta de encuestas y debates, Sanders ha ido construyendo una marca que empieza a ser identificada a nivel nacional.

El muy cercano segundo lugar que obtuvo en los caucus de Iowa, donde se impuso Hillary, y su contundente victoria, con 60% de los votos, sobre 38% de Hillary en las primarias de New Hampshire el 9 de febrero, hacen que figure entre los cinco aspirantes —tres republicanos, dos demócratas— con mayores posibilidades de llegar a la presidencia de EU.

Uno de los retos que enfrentará en las próximas semanas será su capacidad para posicionarse entre la comunidad latina, que hasta ahora ha sido uno de los bastiones de Hillary —durante la elección primaria de 2008, aunque Obama ganó la candidatura, ella obtuvo 62% del voto latino—.

“Si revisamos las encuestas, el año pasado la mayoría de los estadounidenses no conocían a Bernie Sanders; sin embargo, hizo un excelente papel en Iowa y ganó en New Hampshire”, recuerda la portavoz Andiola. “Tenemos un excelente momentum para hablar de su mensaje porque la gente le está poniendo la atención que no tenía hace dos meses. Eso es lo que hicimos en Iowa, por ejemplo, donde de 20 precintos con población mayormente latina, ganamos 15. En Iowa, 85% de los votos de jóvenes latinos fueron para Bernie y en New Hampshire obtuvo más de 50% del voto de las mujeres latinas. Hay gente que no ha votado antes porque no confía en el sistema; a esa gente le vamos a hablar”.

Sanders enfrenta hoy una nueva prueba, en los caucus de Nevada, uno de los estados considerados clave para las campañas. Como en las ocasiones anteriores, los resultados serán compartidos por su equipo a través de un comunicado de prensa que en la parte inferior traerá la leyenda: “Pagado por la campaña Bernie 2016 (no por los billonarios)”.