El titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, reconoció que “nadie en México puede estar satisfecho” con los resultados obtenidos en la prueba PISA 2015 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) puesto que en los últimos 10 años no ha habido cambios sustanciales en la calidad del sistema educativo, y no los habrá en otros diez años mientras “se madura” la reforma educativa.

En conferencia de prensa en las instalaciones del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) para presentar la prueba, Nuño Mayer señaló que precisamente por los resultados educativos que ha alcanzado el país es que se hizo necesaria la reforma educativa


“Obviamente, nadie en México, no solamente el secretario de Educación, nadie se puede sentir satisfecho con estos resultados ni con el sistema educativo que tenemos. Precisamente por eso es que se hizo una reforma educativa. Si tuviéramos resultados satisfactorios, no se habría hecho una reforma”, mencionó.


“Básicamente lo que demuestran estos resultados es que en términos generales no hay cambios, es decir que en los últimos 10 años prácticamente no hemos visto mejora significativa en los resultados. Sí lo hay en el caso de las matemáticas”.


Ayer, la OCDE dio a conocer que después de 15 años de exámenes, México permanece en el último lugar de los países de la OCDE en tanto a la calidad de su sistema educativo. El desempeño del país en ciencias es de 416 puntos, el promedio de la OCDE es de 493; en lectura tiene 423 puntos, mientras que los países de la OCDE obtuvieron 493; y en matemáticas los estudiantes mexicanos calificaron con 408 puntos, cuando el promedio de sus socios es de 490.


Sobre el tema, el funcionario mencionó que se tomará un periodo de cuando menos diez años para poder alcanzar la maduración del nuevo sistema educativo; por ello, pidió paciencia para ver resultados.


“Si tomamos como ejemplo la evolución que han tenido otros países que han hecho reformas educativas similares y el tiempo que han tardado en tener resultados, estamos hablando de procesos de maduración más o menos de una década. En ese sentido, tenemos que ser muy concientes como país puesto que un cambio como este es de largo plazo, que tarda en madurar una década. Que por lo mismo, es urgente”, mencionó.


Nuño Mayer insistió en que no hay una fórmula mágica para asegurar la continuidad en la política educativa que ha iniciado el país después de 2018. En este sentido, dijo que uno de los factores que deberán tomar en cuenta los electores en el proceso presidencial que viene es si desean que el país continúe por esta ruta o quieren hacer un cambio.


“Es un cambio de largo plazo, y esperamos que eso se pueda cumplir. No hay maneras mágicas de blindar una reforma educativa. La política educativa del país, como muchas otras, está sujeta a los procesos democráticos y a las elecciones. En ese sentido me parece que sin lugar a dudas uno de los temas de reflexión si se quiere una continuidad en materia de política educativa, o no. Será una de las grandes preguntas y reflexiones que tendremos que aquilatar y tomar como decisión los mexicanos en 2018”.

ahc

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