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Se dice que era albañil. Que dejó la pala y la cuchara para portar uniforme de la policía porque su sueño era ser comandante, y lo logró, pero de una organización criminal dedicada al robo de combustible en Puebla. Es Roberto de los Santos de Jesús, El Bukanas, el zeta que se movía en un Corvette color amarillo.
Originario de Veracruz, fue cuatro veces policía municipal. Comenzó en 2001 en Acultzingo, donde nació; luego en Maltrata, Camerino Z. Mendoza y Río Blanco. Su carrera como policía terminó en diciembre de 2012. Nació en febrero de 1980, ahora tiene 37 años. Dijo que tenía una calidad de vida buena… cuatro veces convenció para que lo dejaran ser policía. Su objetivo era convertirse en comandante de la policía en un plazo de un año; dijo que había elegido ese empleo porque le gustaba.
Apenas con estudio de primaria, ingresó como policía. Lo pudo hacer en cuatro ocasiones y ahora tiene habilidad en el manejo de armas, según su cédula del registro nacional del personal de Seguridad Pública del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Complexión regular, cara redonda y cabello oscuro castaño, Roberto de los Santos conformó una célula, la de El Bukanas, para dedicarse de lleno al robo de hidrocarburos en Puebla. Antes fue reclutado por la organización criminal de Los Zetas en Veracruz; le hacía al secuestro, a la extorsión y luego al robo de camiones de carga en carretera.
Opera con su propia organización: Los Bukanas. Para eso trajo gente de Veracruz con la que ya había trabajado, y otro tanto de Puebla. Su grupo lo conformó con personas jóvenes, de entre los 18 a los 35 años.
Les vendió la idea que esa era la mejor forma de obtener dinero, carros y mujeres... y se la creyeron.
De acuerdo con la investigación realizada, El Bukanas creó su centro de operación en La Encrucijada, municipio de Palmar de Bravo. En esa localidad despojó de viviendas a muchos de los pobladores; otros se tuvieron que salir antes de que les violaran a sus esposas o que los obligaran a hacer algún tipo de trabajo, o ser ejecutados si se oponían.
Se quiso extender, se metió a Palmarito Tochapan, en Quecholac. Ahí puso a Gustavo Jiménez, El Vieja, y Ruselbi Vargas Hernández, El Ruso, pero fueron expulsados por los propios pobladores.
Hoy, El Bukanas es uno de los objetivos a detener para disminuir el robo de hidrocarburo en la zona conocida como Triángulo Rojo; pero esa actividad tiene mil cabezas.
Es el ex policía, violento y con habilidad en el manejo de armas de grueso calibre, que cuando La Encrucijada lo veía llegar un Corvette amarillo todo se volvía silencio.