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En el país se necesitan médicos con aptitud y actitud de buen juicio clínico y nutrido de valores, para que ante los retos que derivan de las transformaciones sociales, económicas y políticas, prevalezca el pensamiento crítico y racional, afirmó el especialista en cardiología Jorge Cossio Aranda.

En la ceremonia anual de recepción de los médicos residentes de nuevo ingreso y despedida de los egresados del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, el especialista pidió a los más de 100 egresados que “busquen ser aptos y adiestrados, pero también médicos innovadores con actitud de servicio y sobre todo humanos”.

Ante Marco Antonio Martínez Ríos, director general del instituto, y de Óscar González Rodríguez, consultor de la Presidencia Ejecutiva de EL UNIVERSAL, quien asistió en representación del Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de El Gran Diario de México, Cossio Aranda recordó que el Instituto Nacional de Cardiología ofrece cada año un entrenamiento en cinco especialidades y 21 altas especialidades con el objetivo de contribuir en la prevención y atención de diversas enfermedades y padecimientos.

Dijo que se busca que los médicos adquieran destrezas necesarias para la aplicación de las nuevas tecnologías en el diagnóstico y tratamiento de las especialidades con las que cuenta el Incard. Cossio resaltó que desde hace más de 70 años se celebra en el instituto la culminación de un ciclo en la vida profesional de los médicos residentes y se da la bienvenida a jóvenes que “emprenderán su preparación como especialistas en las diferentes áreas de la medicina”.

Detalló que desde la fundación del Incard, el maestro Ignacio Chávez dio prioridad a la investigación y a la enseñanza porque son rubros fundamentales en la medicina.

Subrayó la importancia de formar a especialistas de varios países del mundo. “Hoy nos acompaña gente de distintos países de América Latina, desde Guatemala, Honduras, Bolivia, Colombia y Perú, entre otros”.

En la ceremonia en la que se entregaron diplomas y reconocimientos a los egresados y se recibió a 145 médicos para iniciar su especialización, Luis Alonso González Tapia, médico residente en cardiología, habló a nombre de los egresados y les pidió a sus compañeros que enfoquen su mayor esfuerzo “en los que menos tienen”, que se acuerden de sus primeros pasos y no se olviden de dar el ejemplo de los que siguen en el mismo camino.

Por parte de los médicos extranjeros, Johnny Josue Fuentes, residente de cardiología originario de Guatemala, expresó que es un honor formar parte de esta generación de egresados y asumir con responsabilidad el adquirir más conocimientos, y por la fraternidad con que fueron recibidos. “Agradezco a nombre de mis compañeros, a la Secretaría de Salud y a la UNAM, por darnos la oportunidad de especializarnos, algo que muchos de nosotros no tenemos en nuestro país”.

En el acto se entregó el Premio Rodrigo Calleja, el cual se otorga desde 2014 al residente con mayor productividad durante el ciclo escolar.

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