Varias naciones reaccionaron ayer ante la ofensiva militar de Estados Unidos en Siria. Aunque los aliados de EU apoyan la medida impulsada por el presidente Donald Trump, otros critican la estrategia e incluso señalan que puede tener consecuencias muy graves.
Estados Unidos avisó ayer que está dispuesto a ir más lejos en Siria tras lanzar su primer ataque contra el régimen de Bashar al-Assad. “EU tomó un paso muy calculado. Estamos preparados para hacer más, pero esperamos que no sea necesario”, afirmó la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas (ONU), Nikki Haley. Su discurso cerró las intervenciones de los miembros del Consejo de Seguridad en una tensa sesión convocada de urgencia.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a la moderación. “No existe otra vía para poner fin al conflicto que una solución política”.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) afirmó que Siria se ha convertido en un “conflicto armado internacional” tras el ataque de EU.
“Cualquier intervención militar de un país en el territorio de otro Estado sin su consentimiento es un conflicto armado internacional”, confirmó.
En tanto, los aliados de Washington lo respaldaron. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que fue “una respuesta positiva a los crímenes de guerra del régimen de Al-Assad”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netayahu, tuiteó: “Tanto en palabras como en hechos, [Trump] envió un mensaje fuerte y claro en el sentido de que no se va a tolerar el uso y la proliferación de armas químicas. Israel apoya plenamente la decisión”.
Reino Unido indicó que “el gobierno británico apoya plenamente la actuación estadounidense (...) El objetivo es disuadir de otros ataques”.
Sin embargo, Irán condenó el ataque. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Bahram Ghassemi, dijo que Teherán considera que “las reacciones unilaterales” son “peligrosas, dañinas y contrarias a la legislación internacional”, además, indicó que considera que ese modo de actuar “sólo beneficiará a los terroristas, complicará la crisis en Siria y deteriorará las perspectivas de cualquier solución política”.