Una serie de miembros del gobierno estadounidense hicieron públicas sus propiedades financieras, a excepción del mandatario Donald Trump y de su número dos, el vicepresidente Mike Pence.
Los datos revelan grandes riquezas y alimentan las dudas existentes sobre el cumplimiento de las normas éticas para evitar el nepotismo. De esos datos publicados entre otros por el diario The New York Times se desprende, por ejemplo, que sólo la hija mayor de Trump Ivanka y su marido Jared Kushner disponen de una cartera de inversiones de 740 millones de dólares. Los dos están activos oficialmente como asesores de la Casa Blanca.
Gary Cohn, asesor y ex banquero de Goldman Sachs, dispone de bienes por 611 millones de dólares, mientras Stephen Bannon, jefe de Estrategia, tiene 53.9 millones. La asesora Kellyanne Conway y su marido disponen de entre 11 millones y 44 millones de dólares.
El gobierno Trump podría ser el más rico de la historia del país. Pero Trump ganó los comicios con la promesa de hacer todo lo posible para mejorar la situación de la clase trabajadora y los “olvidados” por el sistema.
Los bienes de los políticos se publican por deseo y presión de la opinión pública para evitar conflictos de intereses y salvaguardar las normas éticas. La obligación de publicar afecta a los trabajadores del gobierno que ganen más de 161 mil dólares por año, según Stefan Passantino, de la Casa Blanca.
Negociaciones para derogar Obamacare siguen. El millonario dijo ayer que los republicanos continúan en conversaciones para reemplazar la reforma sanitaria aprobada en 2010 por el ex presidente Barack Obama, un objetivo que “no está muerto” a pesar del fracaso legislativo de finales de marzo. Trump insistió en que la prensa debería centrarse en cubrir sus propias denuncias de que Obama ordenó espiarle el año pasado. “¡La noticia verdadera resulta ser la vigilancia y la filtración [de datos confidenciales del gobierno]! Encuentren a los que filtran”, afirmó.