El pequeño Omran Daqneesh, convertido en símbolo de la guerra en Siria, y cuya foto cubierto de polvo y sangre tras ser rescatado de un bombardeo en Aleppo dio la vuelta al mundo, está viviendo una situación difícil, pues, según dijo Mahmoud Raslan, el fotógrafo que capturó la imagen, su familia se encontraría bajo arresto domiciliario.

"Perdí el contacto con la familia de Omran. La milicia de (Bashar) Al Assad (presidente de Siria) arribó y su familia fue confinada bajo arresto domiciliario, donde no pueden ser contactados por los medios occidentales. Su residencia fue cambiada y fueron puestos bajo custodia", explicó el periodista.

En el bombardeo del pasado 17 de agosto, Omran perdió a su hermano de 10 años. En la fotografía se observa al niño, con pantalón y camiseta corta, sentado en el asiento naranja de la ambulancia, mirando desconcertado a su alrededor.

A continuación se toca la zona de la cara herida y observa con sorpresa su mano, que luego restriega contra el asiento para limpiarse la sangre. La imagen fue vista por millones e incluso impulsó a líderes internacionales a buscar frenar la guerra y a un pequeño niño estadounidense pedirle al entonces presidente Barack Obama que hiciera algo para ayudar a Omran.

Esa fama no deseada le habría valido a Omran y la familia Daqneesh el confinamiento por parte del gobierno sirio, pues la imagen desató las críticas contra el gobierno de Bashar al Assad. En un primer momento, el régimen incluso llegó a afirmar que la fotografía había sido "falsificada".

Iniciada en marzo de 2011 con la represión de manifestaciones, la guerra en Siria ha causado más de 300 mil muertos y el desplazamiento de millones de personas.

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