Sao Paulo.— Un ex ejecutivo del conglomerado de construcción brasileño Odebrecht dijo a fiscales que la compañía hizo pagos ilegales para ayudar a financiar la campaña del actual alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, según reportó el semanario Veja.

Leandro Azevedo, un alto ejecutivo en Río de Janeiro en Odebrecht S.A., quien realizó varios proyectos de construcción para los Juegos Olímpicos de agosto, declaró que la compañía pagó a varios políticos de alto rango en la ciudad a cambio de favores que beneficiaron al conglomerado, de acuerdo con el reporte de Veja.

La campaña de Paes de 2012 recibió 11.6 millones de reales (3.4 millones de dólares) en efectivo y 5.7 millones de dólares en transferencias a cuentas bancarias en el exterior, indicó el semanario, sin dar detalles sobre cómo obtuvo la información. Paes fue reelecto en el año 2012.

Una corte estatal congeló los activos de Paes el viernes por una investigación separada para determinar si entregó inapropiadamente una autorización ambiental a una compañía en un proyecto de construcción para los Juegos. Odebrecht también hizo contribuciones ilegales al gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, y al senador Lindbergh Farias, de acuerdo con el reporte.

Representantes de Odebrecht, el despacho del fiscal general, Paes, Farias y Pezão no estuvieron disponibles de inmediato para comentar el reporte. Las declaraciones son parte de un acuerdo de indulgencia alcanzado entre ejecutivos de Odebrecht y fiscales en el marco de la investigación por el caso de corrupción Lavado de Autos, iniciado al interior de la estatal Petrobras.

Paes es el último político de alto rango en ser implicado en la investigación. Actualmente, casi 70 legisladores están siendo sometidos a procesos penales como resultado de la investigación, entre ellos al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Medios locales reportaron el viernes que el ex director de relaciones institucionales de Odebrecht, Claudio Melo Filho, dijo a los fiscales que la compañía hizo pagos ilegales a políticos del gobernante partido PMDB, incluyendo al presidente Michel Temer.

Cae la popularidad del mandatario brasileño. Ayer también se informó que la popularidad de Michel Temer, presidente de Brasil, es cada vez más baja: 51% de los brasileños consideran su gestión mala o directamente pésima.

Según Datafolha, una de las encuestadoras más importantes de Brasil, más de la mitad de las 2 mil 828 personas consultadas creen que la gestión de Temer al frente del Ejecutivo es mala o pésima. En julio, cuando el mandatario era presidente interino del país, la reprobación era de 31%: en seis meses, creció 20%. Además, 34% de los encuestados califican al gobierno como regular, mientras que 10% cree que es bueno u óptimo —contra 14% de julio— y 5% no contestó.

Un 63% de los brasileños considera también que Temer debería renunciar este año para que se realicen elecciones en el país.

Si el presidente dimitiese de su cargo en 2017, la elección del nuevo mandatario ya sería hecha por el Congreso brasileño. En comparación con el gobierno de Dilma Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y quien fue destituida en agosto por el Senado, 40% de los consultados creen que la gestión de Temer es peor. El 34% dice que es igual y 21%, mejor.

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