Bagdad.— Una fosa común encontrada en el sur de la ciudad iraquí de Mosul a principios de este mes contiene los cuerpos de al menos 300 personas, la mayoría ex policías, que habrían sido ejecutados por el yihadista Estado Islámico (EI), informó ayer la organización Human Rights Watch (HRW).
Según testigos citados por la organización defensora de los derechos humanos, los cuerpos encontrados en la fosa corresponden a ex policías asesinados que habían sido capturados por el EI a finales de octubre. Sin embargo, el ejército iraquí no confirmó que los cadáveres pertenecieran a ex policías. El subdirector de HRW para Medio Oriente, Joes Stork, responsabilizó al EI de “estos crímenes contra la humanidad”.
Un periodista de Reuters visitó el lugar de la fosa común, donde los residentes dijeron que los islamistas radicales enterraron a las víctimas, a quienes habían disparado o decapitado. Los residentes dijeron que creían que hasta 200 personas murieron en las semanas anteriores a que el EI se retirara de la ciudad. Human Rights Watch dijo que algunos de los ex policías fueron separados de un grupo de unas 2 mil personas de aldeas y ciudades cercanas que fueron forzadas a marchar junto a los islamistas el mes pasado mientras se retiraban al norte a Mosul y a la ciudad de Tal Afar.

La ONG citó a un trabajador que dijo que vio a los combatientes movilizando cuatro grandes camiones con entre 100 y 125 hombres, algunos de los cuales reconoció como ex policías, junto a un lugar cercano a la fosa común.
Minutos después escuchó fuego de armas automáticas y gritos, afirmó. La siguiente noche, el 29 de octubre, se repitió una escena similar, con entre 130 y 145 hombres, dijo a HRW.
Otro testigo, un habitante de Hammam al-Alil, dijo que escuchó fuego de armas automáticas en la zona durante aproximadamente siete minutos y por tres noches seguidas.
“Esta es otra prueba del horrible asesinato en masa del EI contra ex funcionarios de la ley en y alrededor de Mosul”, dijo Stork.
Por otra parte, al menos 30 personas murieron y 45 resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado durante la celebración de una boda en la ciudad iraquí de Faluya, informaron testigos y fuentes de seguridad.
Hasta el momento, nadie se ha atribuido la autoría. Las fuerzas iraquíes han aumentado la presión sobre el EI y amenazan con cortar una ruta de suministro que conecta el territorio iraquí bajo su control con Al Raqqa, la capital de facto del EI en Siria.