Buenos Aires.— Legisladores, médicos, juristas y representantes de organizaciones especializadas en narcotráfico se reunieron ayer en el Congreso argentino para discutir por primera vez proyectos sobre la despenalización del cannabis para su uso medicinal.

El encuentro fue organizado por las comisiones de Seguridad Interior, Acción Social y Salud Pública y Legislación Penal de la Cámara de Diputados y se debatió, en busca un proyecto de ley, sobre ideas del oficialismo y de la oposición.

El debate, que continuará el martes, es impulsado por Mamá Cultiva, un grupo de madres de niños con epilepsia refractaria y otros padecimientos, que utilizan el cannabis con fines terapéuticos y buscan dejar de ser criminalizadas por las leyes argentinas actuales.

“Fue una jornada exhaustiva y hubo dos posiciones sobre las que se discutió mayormente”, dijo a EL UNIVERSAL Valeria Salech, miembro de Mamá Cultiva. “El oficialismo quiere autorizar el uso medicinal del cannabis mediante laboratorios argentinos y extranjeros. Nosotros pedimos por el autocultivo y el cultivo cooperativo y colectivo”.

Salech es la madre de Emiliano, un niño de 10 años que, desde diciembre del año pasado, tuvo mejorías en su epilepsia y en su trastorno del espectro autista gracias al extracto de cannabis que su madre obtiene cultivando por su cuenta. “El oficialismo dice que el autocultivo abre las puertas al narcotráfico y eso es una ofensa para nosotros”, agregó Salech.

Quienes participaron de la jornada de ayer esperan que el tema esté regulado por ley en Argentina antes de fin de año. “Posibilitar el acceso al cannabis para uso terapéutico y paliativo implica desarrollar políticas que colocan al ser humano, a la salud y a los derechos humanos en primer plano”, indicó con un comunicado el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), una de las ONG de mayor relevancia en la Argentina, con acción en temas de debate judicial y político.

Por otro lado, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), un organismo del gobierno argentino, informó el 7 de octubre pasado que en los últimos meses recibió una gran cantidad de consultas y solicitudes para el ingreso al país de aceite de cannabis, y que a raíz del aumento de la demanda se autorizó únicamente la importación para el tratamiento de la epilepsia refractaria.

La decisión de la ANMAT se basó en que esa patología es la única en la que los estudios existentes permiten suponer una utilidad terapéutica real. En Latinoamérica, Chile fue el pionero del uso medicinal del cannabis, en 2014. Uruguay, el país con la legislación en más progresista en este asunto de la región, ya ordenó que las farmacias vendan cannabis.

“En Argentina, la provisión del Estado como única vía de acceso puede resultar inconducente por el presupuesto que requeriría”, indicó el CELS en su comunicado.

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