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Caracas.— La alianza de partidos oficialistas de Venezuela, el Gran Polo Patriótico (GPP), acusó ayer a la oposición de querer desestabilizar el país caribeño, después de que ésta anunciara su intención de presionar al Poder Electoral para que realice este año un referéndum revocatorio presidencial.
“La (Mesa de la Unidad Democrática) MUD pretende sembrar un escenario de guerra en el continente a partir de una estrategia de desestabilización que ha impuesto el imperialismo norteamericano”, afirmó en conferencia de prensa la coordinadora nacional del GPP, Blanca Eekhout.
La alianza opositora anunció el lunes que continuará el proceso que impulsan desde hace meses para revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro mediante un plebiscito que se realizará, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), en el primer trimestre de 2017. Sin embargo, la MUD insiste en que la consulta se puede concretar antes del 10 de enero próximo, fecha tope para quienes persiguen el fin inmediato del gobierno chavista, por lo que ha llamado a protestas de calle para presionar al CNE.
Eekhout dijo que el revocatorio es una opción contemplada en la Constitución pero no una obligación y acusó a los opositores de cometer fraude durante las fases previas a la activación del mecanismo.
“No aceptar las decisiones del poder electoral es de nuevo plantear el escenario de la violencia”, agregó la coordinadora del GPP, quien defendió además la necesidad de que la MUD alcance el 20% de apoyo a la celebración del referéndum en todos los estados de Venezuela, como planteó el CNE, para poder activar la consulta.
El último requisito a cumplir por los opositores consiste en la recogida de unos 4 millones de apoyos, cantidad que la MUD ha dicho que recogerá a nivel nacional —como asegura que “establece la Constitución”— sin necesidad de que en cada estado se alcance ese 20% de apoyos.
De celebrarse finalmente el revocatorio después del 10 de enero y de ganar la MUD, Maduro dejaría el cargo pero la presidencia sería asumida por su vicepresidente hasta que finalice en 2019 el periodo para el que el mandatario fue inicialmente elegido.
En tanto, alcaldes del área metropolitana de Caracas y empleados de sus oficinas se manifestaron frente a la vicepresidencia venezolana para demandar el pago de beneficios salariales que les deben desde el primer trimestre de 2016. El alcalde de El Hatillo, David Smolanski, acusó al gobierno de jugar “con el hambre y el bolsillo de nuestros servidores públicos” y aseguró que se trata de una política de Estado para “estrangular, ahogar y asfixiar a las alcaldías contrarias al gobierno” de Maduro.
En Miami, Lilian Tintori, esposa del líder opositor venezolano preso Leopoldo López, afirmó ayer que la oposición recurrirá a la “desobediencia civil, pacífica, no violenta” si es necesario para lograr que el revocatorio se realice este año.
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