Londres.— Hydie Warwick salió corriendo de la casilla, en el Methodist Hall de Westminster, Londres, donde emitió su voto, en medio de una lluvia torrencial.

“Voté: ‘Permanecer’, no importa la lluvia, era necesario votar”, dijo antes de emprender la carrera con dirección al Metro. Pese al clima, los británicos comprendieron la importancia histórica de un referéndum en el que, según resultados oficiales, han decidido iniciar un camino por su cuenta, separados de la Unión Europea (UE).

“Inglaterra era un gran país y se ha hundido por cargar a todos los migrantes que entran sin control por culpa de Bruselas y su Comisión [Europea]”, dijo Rose Wilkins, de 80 años y quien votó en favor del Brexit (la salida de la UE) en la casilla de Saint Albans Center, al oeste de Londres.

Paul, trabajador en una construcción, también votó por dejar la UE. “Siento que el gobierno se ha olvidado de la clase trabajadora y ha preferido dar más oportunidades de empleo y nuestro dinero a la Unión Europea”.

En lo que fue una jornada de infarto, en la que por momentos la permanencia pareció segura, para luego desplomarse ante el avance del Brexit, los defensores de la idea de que Reino Unido es más fuerte en la UE intentaron hacer oír sus voces. “Si crees en la cooperación, vota quedarse. Si crees en buenas políticas de derechos humanos, vota quedarse”, gritaba un joven a todo pulmón frente al emblemático Big Ben. En varias estaciones del Metro brigadas de proeuropeos entregaban panfletos para motivar a la gente a votar por la permanencia.

No faltaron las teorías de la conspiración, con partidarios del Brexit pidiendo a la gente llevar su propio bolígrafo para ir a votar. “En la casillas sólo hay lápices. No permitamos que borren nuestro voto”, tuiteó Jaqueline Jackson.

Hoy, no hay vuelta de hoja. Reino Unido deja a la UE. El sueño nacionalista se impuso. Falta ver si no se convierte en pesadilla.

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