Un lento plan piloto que iniciará hoy con un primer vuelo de prueba de un puente aéreo entre Costa Rica y El Salvador y un recorrido terrestre inicial a Guatemala, México y Estados Unidos, para sacar a 7 mil 802 de migrantes cubanos retenidos en suelo costarricense hace dos meses, marcará el principio del fin de uno de los más graves conflictos migratorios sufridos en América Latina con personas nacidas en Cuba desde el triunfo en 1959 de la Revolución Cubana.

El prolongado lío con los cubanos es el más complicado desde la crisis de los balseros en 1994, en el fragor de las dificultades socioeconómicas generadas en la isla por la caída en 1989 del Muro de Berlín, que provocó el derrumbe del campo socialista, y por la desaparición en 1991 de la Unión Soviética, principal socio de La Habana por 30 años.

A diferencia de cuando se lanzaron al mar en las grandes crisis migratorias de 1965, 1980 y 1994, un flujo terrestre aumentó desde 2012 por nueve países —Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala y México— y se cortó el 13 de noviembre, cuando Managua, estrecho socio de Cuba, les cerró fronteras y tildó de delincuentes.

“Merecemos respeto. Espero salir en dos semanas y llegar a Houston [Texas]”, dijo Hania Carrillo Mayo, de 42 años, educadora, de la oriental provincia de Holguín y quien viaja con su esposo, Arsenio Pratts Bausá, de 46
y electricista.

En uno de los albergues instalados por el gobierno de Costa Rica en éste y otros pueblos del noroccidente para atender al creciente flujo de cubanos, Carrillo, cuya hija quedó en Cuba, narró a EL UNIVERSAL que en agosto anterior viajó legalmente con Pratts de la isla a Ecuador y, tras un peligroso recorrido por Colombia y Panamá, llegó a este país en noviembre y quedó retenida por la decisión de Nicaragua.

La prueba. Del proceso que empezará hoy, acordado en diciembre por México, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá y Belice y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), depende que continúe el puente aéreo y terrestre por varias semanas.

El plan es que, a las 22:55 horas de hoy, una aeronave de la empresa colombiana Avianca despegue del aeropuerto Daniel Oduber, de Liberia, principal ciudad del noroccidente de Costa Rica y a unos 20 kilómetros al sur de esta localidad, rumbo al aeropuerto Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, de El Salvador, con 180 cubanos. Los 7 mil 802 dejarán de ser irregulares: saldrán legalmente de Costa Rica e ingresarán legalmente a esos países.

Las llaves del mecanismo irregular se cerraron. Ecuador, que liberó de visa a los cubanos en 2008, se las restableció en diciembre pasado, para cortar un flujo que, desde suelo ecuatoriano, viajó sin visas por tierra y por mar (y pequeñas aeronaves en Panamá) por los nueve países a Estados Unidos, a acogerse a una ley de 1966 que les da beneficios migratorios exclusivos al pisar suelo estadounidense y a la que Cuba acusa de estimular la migración ilegal, insegura y desordenada.

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