Representantes diplomáticos de 17 países reunidos ayer en Viena acordaron una propuesta para lograr una transición política que ponga fin a los cinco años de guerra civil en Siria.

La propuesta prevé que el régimen de Bashar al-Assad se reúna antes de fin de año con grupos rebeldes que luchan en el país por lograr su salida.

Los representantes proponen que Siria forme un gobierno de transición en los próximos seis meses y que celebre elecciones en un plazo de 18 meses, según el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier.

Ese proceso, según se dio a conocer tras la conferencia sostenida por los altos representantes de 17 naciones que forman el grupo de contacto para Siria, estará a cargo del enviado especial de Naciones Unidas, Staffan de Mistura.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, advirtió, sin embargo, que sería prematuro manifestar optimismo. Al pronunciarse en conferencia de prensa conjunta con su par ruso, Serguei Lavrov, Kerry observó que “siguen existiendo opiniones divergentes sobre qué debería suceder con el dictador sirio Al-Assad”.

En la conferencia participaron, entre otros, los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto (EU, Rusia, China, Reino Unido y Francia), Alemania, Irán y Arabia Saudita.

Lavrov dijo que él y sus pares coincidieron en que el régimen sirio debería conformar un gobierno junto con la oposición dentro de seis meses.

Recalcó, sin embargo, que el futuro de Al-Assad “debería ser definido por la población siria”. Lavrov se refirió asimismo a los grupos terroristas que actúan en Siria e indicó, tras las reuniones, que las partes acordaron establecer una lista de esas agrupaciones.

Al-Assad, al referirse a los atentados que dejaron más de 120 muertos en París y fueron reivindicados por el EI, responsabilizó en parte a las potencias occidentales del hecho. “La política errónea de los países occidentales, sobre todo de Francia (...) contribuyó a la expansión del terrorismo”, dijo.

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