Gaza/ Jerusalén.— Una madre embarazada, su hija de cuatro años y un menor de 13 años murieron ayer en Palestina por un bombardeo y disparos de las fuerzas de Israel, en el undécimo día de violencia que sacude el país.
La madre y su hija fallecieron, y cuatro miembros de su familia resultaron heridos, en un bombardeo israelí en Gaza, en represalia por un cohete lanzado desde la franja, mientras el menor de 13 años murió por disparos de soldados de Israel contra una protesta en Ramala, en Cisjordania.
Con esas víctimas se elevan a 24 los palestinos muertos desde que el 1 de octubre se agravó la ola de violencia que inició a principios de septiembre, según el Ministerio de Salud de la Autoridad Nacional Palestina.
Del lado israelí, cuatro personas han muerto y más de veinte han resultado heridas en este periodo de violencia que, según el Shabak, los servicios secretos de Israel, podría estar remitiendo. Altos mandos dijeron al Gabinete de Seguridad del Consejo israelí de Ministros, que “la sensación” es que la ola de violencia parece “controlada”, informó el Canal 10 de televisión.
También insistieron en que, pese a las declaraciones y posturas oficiales de muchos de los ministros israelíes, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, “no incita al terrorismo”.
La violencia también se reflejó ayer en protestas en Cisjordania —sobre todo en los distritos de Nablus, Tulkarem, Ramala y Hebrón— y en Jerusalén Este.
Las manifestaciones frente a los puestos militares israelíes en el territorio ocupado se ven acompañadas por una oleada de apuñalamientos en Jerusalén y en otras ciudades, el último de ellos ayer, en el norte del país, cometido por un miembro de la minoría árabe de Israel. Cuatro personas, entre ellas dos soldados y una menor de 14 años, resultaron heridas.
En otro suceso, en la madrugada, un agente israelí y una conductora palestina resultaron heridos por quemaduras cuando, según la policía, ésta hizo estallar un pequeño artefacto que llevaba en su coche.