La Guardia Costera de Chipre rescató hoy a 114 refugiados sirios, incluidos 54 mujeres y niños, después de que el barco pesquero en la que viajaban quedó a la deriva frente a la costa de Larnaca, en el sureste de la isla del mar Mediterráneo.

El barco, un pequeño bote de pesca, tuvo una avería a unas 40 millas náuticas (unos 70 kilómetros) del puerto chipriota de Larnaca, sin que ningún pasajero resultara herido, según el Centro de Coordinación de Operaciones de Búsqueda y Rescate.

El pesquero envió anoche una señal de socorro, por lo que guardacostas chipriotas activaron una operación de rescate que concluyó este domingo, cuando todos los pasajeros fueron llevados al puerto de Larnaca, la tercera ciudad del país.

Aviones y navíos de la Armada chipriota también participaron en la operación de rescate, encabezada por el ministro del Interior del país, Sócrates Hasikos.

Los refugiados, que huían de su país debido a la prolongada guerra civil, fueron trasladados en autobús hasta un refugio, donde miembros de protección civil han levantado tiendas de campaña como medida temporal de alojamiento.

Sin embargo, los guardacostas detuvieron a tres personas, el capitán de la nave y dos de los pasajeros, como presuntos traficantes de personas.

Chipre se encuentra a sólo un centenar de kilómetros de las costas sirias, pero no ha recibido flujos masivos de inmigrantes desde el inicio del conflicto en marzo de 2011.

En septiembre de 2014, cerca de 340 personas, la mayoría de ellas provenientes de Siria, fueron rescatados por un crucero en Chipre, mientras en noviembre pasado otras 220 personas también fueron rescatadas en la parte norte de la isla, ocupada por Turquía.

Más de 300 mil personas han cruzado el Mediterráneo en lo que va de este año, mientras que dos mil 500 personas han muerto intentando completar la travesía, según las cifras difundidas por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

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