Ciudad de Guatemala.—El ex presidente guatemalteco Otto Pérez Molina reveló ayer ante un juzgado de esta capital que en junio de 1993 rechazó un soborno de 8 millones de dólares que el ahora fugitivo narcotraficante mexicano Joaquín El Chapo Guzmán le ofreció al ser capturado en Guatemala, para que lo dejara libre y desistiera de entregarlo a autoridades mexicanas.

Al dirigirse en una audiencia al juez Miguel Ángel Gálvez, del Juzgado Primero B de Mayor Riesgo, el ex mandatario señaló que “le quiero contar que en la década de los 90, yo dirigí una cooperación que permitió capturar al narcotraficante más buscado del mundo”.

Pérez, quien el pasado miércoles renunció como presidente tras ser acusado de asociación ilícita, cohecho pasivo y defraudación tributaria, fue jefe de la Dirección de Inteligencia Militar de 1991 a 1993 y en junio de este último año dirigió el arresto de Guzmán y su entrega a México. El narcotraficante se fugó en 2001 y fue recapturado en 2014, pero escapó en julio pasado.

“Le puedo decir que el ofrecimiento que tuvimos en ese momento de la captura [de Guzmán] podría subir 10 o 15 veces más lo que ahorita me están señalando a mí. Y lo hubiera podido hacer y no lo hice porque no va con mis principios”, alegó, al aludir a su carrera militar (general en retiro) y comparar lo ocurrido con Guzmán con la defraudación en la que se le atribuye ser jefe de la red.

Tras pasar de jueves a viernes su primera noche en prisión, insistió en que, según la fiscalía general, por el caso que es procesado habría recibido unos 800 mil dólares de los más de 3.7 millones de dólares ganados en la defraudación. Al recalcar que “no recibí dinero”, narró que en su vida “hay cosas muchísimo más importantes que el dinero”.

No obstante, Gálvez prolongó ayer la prisión provisional de Pérez y ordenó que siga detenido en el cuartel militar de Matamoros, de esta capital, al menos hasta el próximo martes, cuando decidirá su futuro judicial.

Al finalizar ayer en la tarde el segundo día de audiencias para decidir si lo lleva a juicio, el juez explicó que siguen vigentes los motivos que esgrimió el jueves pasado para la prisión provisional: evitar que se fugue, asegurar que acuda el martes a la continuación de la audiencia y garantizar su integridad física.

Pérez renunció el pasado miércoles, al día siguiente de que el Congreso le levantó su inmunidad y lo dejó expuesto a ser arrestado y enjuiciado. Gálvez pidió el miércoles por la noche la captura del todavía presidente, aunque fue innecesario ejecutarla porque el ex jefe de Estado llegó el jueves en la mañana al juzgado, que en la tarde le envió a prisión provisional.

Pérez negó integrar la estructura criminal de la defraudación (conocida como La Línea, insistió en su inocencia y minimizó el valor de las pruebas. “Soy una persona recta” aunque “no soy perfecto”, admitió. “He cometido errores, pero errores no de mala fe, menos para robarle dinero a los guatemaltecos”, contó. La fiscalía presentó audios que, afirma, vinculan a Otto con la trama.

La corrupción en aduanas, seguridad social, policía y otras instancias, destapada entre abril y julio de este año por la fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), ente querellante instalado en 2007 por la Organización de Naciones Unidas, es el preámbulo de los comicios de mañana, en los que no podrá votar Otto. Unos 7.5 millones de los más de 16 millones de guatemaltecos podrán acudir a las urnas a elegir presidente, vicepresidente, 158 legisladores y centenares de munícipes, en medio de la más grave crisis institucional guatemalteca del siglo XXI.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses