Una lluvia de piedras y varias nubes de humo inundaron la avenida Chimalhuacán, en Nezahualcóyotl, tras el enfrentamiento entre policías estatales y vecinos que reclamaban por la muerte de un peatón atropellado por una patrulla.

La ira de los vecinos de la colonia Agua Azul se desató cuando los peritos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM) acudieron a levantar el cadáver de un hombre de aproximadamente 25 años, quien fue embestido por la unidad 00306.

Habitantes exigían que la víctima fuera identificada y que esperaran la llegada de sus familiares antes de trasladar el cadáver; sin embargo, elementos de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) resguardaron el cuerpo y evitaron que fuera destapado frente a los curiosos.

Alrededor de las 13:00 horas el hombre descendió de una combi sobre la avenida Chimalhuacán a la altura de Lago Chalco y al cruzar fue atropellado por Pablo Contreras Fernández, quien viajaba acompañado de dos uniformados más.

“El chavo se bajó y apenas había dado unos pasos cuando pasó la patrulla bien rápido que iba sobre el carril del Mexibús y lo arrastró un tramo bien largo”, comentó un comerciante de la zona.

Contreras Fernández detuvo la patrulla y descendió junto con sus compañeros. La gente ya comenzaba a reunirse en torno al lesionado y varias personas evitaron que los policías se dieran a la fuga.

“Los policías se querían ir pero nosotros no los dejamos, venían dos hombres y una mujer, la mujer nos empezó a insultar e intentó golpearnos”, relató una vecina.

Para evitar que la gente tomara justicia en mano propia, varios elementos de la CES llegaron al lugar; la patrulla 8759 se retiró con los uniformados involucrados y al menos 50 policías permanecieron acordonando la zona donde se encontraba el cadáver. Policías municipales y especiales antimotines llegaron para reforzar el cerco establecido.

Más de 200 personas se reunieron tras el cordón amarillo que abarcaba toda la avenida con dirección al municipio de Chimalhuacán y con insultos exigían justicia por la muerte del vecino que no fue identificado en el lugar.

El cuerpo no fue destapado pese a que vecinos solicitaban aproximarse para verificar si se trataba de algún familiar.

Los ánimos se tensaron cuando la camioneta del Servicio Forense llegó. “No se lo van a llevar”, “esperen a los familiares”, “queremos a los asesinos”, gritaba la gente mientras los peritos descendían.

Un círculo de policías estatales rodeó el cuerpo que sería destapado por personal de la PGJEM, quienes al ver la situación apresuraron los peritajes y levantaron de manera inmediata el cuerpo sin realizar las diligencias correspondientes.

Antes de que la camioneta que trasladaría el cadáver se retirara del lugar varios proyectiles volaron contra los policías y peritos.

Piedras que volaban sin dirección lesionaron a tres personas, entre ellas un elemento de la policía municipal.

Cuando la situación se salió de control policías de la CES lanzaron latas de gas lacrimógeno y dispersaron a los rijosos, quienes a pesar del ardor en ojos y garganta continuaban arrojando piedras contra los uniformados que se retiraron rápidamente del lugar.

Seis personas fueron detenidas por su presunta participación en los disturbios. Autoridades municipales informaron que el responsable ya estaba siendo sometido al procedimiento para definir su situación jurídica.

Hasta el anochecer el hombre que fue atropellado permanecía en calidad de desconocido

Astrid Sánchez

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