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El presidente de Morena en la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, reconoció que existen factores externos interesados en “amarrar navajas” al interior del partido y advirtió que no caerá en eso.
“Mi respeto total para el jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, tengo buena comunicación con él y vamos a seguir en el mismo proyecto de transformación del país, no tengo ni voy a tener ningún conflicto con él”, aclaró Batres.
Esto después de que se publicara en la edición impresa de EL UNIVERSAL una grabación en la que el diputado local de Morena Luciano Tlacomulco Oliva asegura que Batres es el responsable de fraguar una campaña en contra del político zacatecano ante el riesgo de volver a perder una elección. El legislador se sincera en una plática de amigos en la Asamblea Legislativa y de manera contundente expresa que para 2018 ve a Andrés Manuel López Obrador (líder de Morena a nivel nacional) sentado en la silla presidencial y a Ricardo Monreal Ávila, al frente de la jefatura de Gobierno. Incluso, si “Dios quiere”, él en la alcaldía de Azcapotzalco.
En respuesta, durante una conferencia de prensa, el líder de Morena en la Ciudad de México dejó claro que tanto él como Monreal Ávila están en el mismo proyecto de transformación del país, por lo que no se subirá a la pelea para confrontarse con el delegado en Cuauhtémoc.
Luciano Tlacomulco es uno de los seis asambleístas (Aleida Alavez, Néstor Núñez, Juan Jesús Briones, Juana María Juárez y Darío Carrasco) que enfrentan un procedimiento de investigación por parte de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido Morena, debido a que se abstuvieron de votar el presupuesto 2017 en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México.
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