Los integrantes de la Asamblea Constituyente tendrán en sus manos la oportunidad de incorporar mayores y mejores vías de participación ciudadana; sin embargo, sería importante que a lo largo del proceso legislativo por el que se redactará y promulgará la Constitución de la Ciudad de México (CDMX) se incluya un mecanismo que permita a la ciudadanía intervenir activamente.

Una vez integrada la Asamblea Constituyente, el actual jefe de Gobierno presentará de manera exclusiva una iniciativa de Constitución. Posteriormente, el proyecto de Constitución deberá ser aprobado por las dos terceras partes de los constituyentes presentes. Después, la Constitución de nuestra Ciudad podría ser sometida a referéndum, como parte adicional del proceso legislativo.

El referéndum es una de las figuras a través de la cual la ciudadanía puede manifestar su aprobación o rechazo a una norma de carácter general. Este instrumento de participación ciudadana, previsto en la todavía vigente Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal, permite que de manera directa los ciudadanos manifiesten su opinión sobre una disposición normativa.

Dado el carácter y rango normativo que tendrá la Constitución de la CDMX, el referéndum constitucional que en su caso se realice, tendría que estar previsto en el marco jurídico que regule el funcionamiento y los trabajos de la Asamblea Constituyente. Es así que en el propio Reglamento para el Gobierno Interior de la Asamblea Constituyente se puede incluir un artículo que establezca que la Constitución será sometida a referéndum antes del 31 de enero de 2017.

Por lo anterior, se propone que en el mencionado reglamento se establezca que “una vez discutido y aprobado el contenido de la Constitución Política de la Ciudad, se someterá a referéndum, siguiendo en lo conducente el procedimiento previsto en la Ley de Participación Ciudadana del Distrito Federal”.

Dicho procedimiento no es contrario a lo establecido en los artículos 7 y 8 transitorios del Decreto por el que se reforman diversas disposiciones constitucionales en materia de la reforma política de la Ciudad de México, pues la Constitución seguiría siendo consensuada por mayoría calificada y no implicaría de ninguna forma que la Constitución sea vetada.

El someter a referéndum la Constitución de la CDMX sería una práctica constructiva para la democracia de nuestra Ciudad, en la que la ciudadanía ya no sólo participaría a través de la designación de quienes decidirán por ella, sino que también se involucraría activamente en la decisión final del texto de su Constitución. De igual modo, el referéndum abonaría a la legitimidad del texto constitucional.

Además, el someter a referéndum la Constitución sería una oportunidad para que las autoridades electorales locales, en atención a sus funciones para participar en los procesos democráticos de nuestra ciudad, intervengan en la organización y calificación de este modelo participativo.

La incorporación de un nuevo modelo democrático es una labor que habría de estar plasmada en la Constitución, como proyecto colectivo de nuestra ciudad; por ello sería importante que los constituyentes valoren otras formas de participación ciudadana en el proceso constitucional que ya está iniciando.

Magistrado presidente del TEDF

Google News

Noticias según tus intereses