El trabajo parlamentario de la Cámara de Diputados se vio interrumpido durante cuatro sesiones ante las protestas de maestros de la CNTE que bloquearon los accesos del recinto legislativo de San Lázaro.
El coordinador del grupo parlamentario mayoritario, Mario Delgado, ha sido enfático en manifestar que se busca el consenso con quien sin duda es el sindicato más representativo con que cuenta el magisterio; sólo en Oaxaca su sección 22 aglutina a más de 80 mil afiliados.
El consenso es una posición política del Ejecutivo federal y por supuesto del Coordinador de los diputados de Morena; vale la pena recordar el compromiso reiterado asumido por el Presidente, quien ha manifestado que por ningún motivo ejercerán actos represivos contra grupo o persona alguna que se manifieste.
Por lo que no es de extrañar el intento que realizan para este fin tanto legisladores como el propio secretario de Educación, Esteban Moctezuma, quien hoy tiene la dura tarea de mantener los equilibrios necesarios entre el reclamo magisterial y las necesidades del Estado, para garantizar una educación que dignifique tanto a los educandos, como a los docentes.
México requiere de renovar y perfeccionar la educación. Es importante alcanzar una proyección educativa que nos coloque en competencia con las primeras naciones del mundo en este terreno.
Si se logra un consenso equilibrado, en donde el diálogo y la concertación imperen, nadie podrá negar que el mensaje ofrecido por el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su campaña y el tiempo que va de su gestión, es auténtico, lo que hasta hoy ha acreditado.
Es común observar que gobernantes al ejercer su función, argumentando diversas razones, no cumplen a cabalidad con su palabra, este parece no ser el caso; por ello no importa si hay que destinar más tiempo a lograr los acuerdos que armonicen la vida pública con la sociedad y que todos aquellos dedicados a la política, apliquen con objetividad el principio inalterable de que ningún interés es superior al de la nación.
Dura tarea tiene Mario Delgado, quien hace un esfuerzo no solo por armonizar una iniciativa, interpretando la propuesta del responsable de la educación, Esteban Moctezuma; la dificultad aumenta cuando en Morena y en sus aliados históricos como el PT y Encuentro Social se escuchan voces que se aproximan a una posición radical que hace más complejo el acuerdo sobre este tipo de propuestas legislativas.
Es innegable que la CNTE cuenta con una imagen violenta y poco productiva en favor de la educación; sin embargo, difícilmente podrá pretextar que sus demandas no han sido escuchadas y atendidas, tanto por el Ejecutivo como el Legislativo. ¿Qué habría de malo en ello si la obligación del Estado es buscar el equilibrio social y político?
Muchas voces se suman a la crítica que en primera instancia pareciera objetiva. Algunos asumen que el no usar la fuerza es un símbolo de debilidad del Estado; sin embargo, si la CNTE se empecina en abusar de la voluntad y disposición que se ha mostrado, muy pronto aglutinará en su contra a la sociedad y al Estado en su conjunto, ante su cerrazón que parece responde sólo a los intereses personales de quienes dirigen esa fuerza magisterial.
Entonces no sólo es responsabilidad del Estado; es decir, no sólo es responsabilidad del Ejecutivo, el Secretario de Educación y el Poder Legislativo; también es responsabilidad del magisterio asumir una posición congruente y aportar a la educación la calidad que merecen los millones de jóvenes que se encuentran inmersos en el proceso educativo, y que hoy son poco competitivos en la esfera profesional, limitando sus aspiraciones y condición de vida, por las prácticas recurrentes de grupos y sectores que utilizan la buena voluntad y la disposición probada para conseguir canonjías y dádivas personales.
Ojalá y el entendimiento llegue pronto y el equilibrio no sólo quede manifiesto en manos del Estado, la CNTE tiene que actuar con responsabilidad.
Diputado federal