Gabriela Cuevas

Experiencias de la reunión parlamentaria con motivo de la COP24

20/12/2018 |02:17
Redacción El Universal
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El cambio climático representa un obstáculo para la prosperidad, el desarrollo e incluso para la paz de las naciones, por lo que cada año se celebra la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).

Uno de los grandes logros de la COP en los últimos años es el Acuerdo de París que se suscitó en el marco de la COP21 del 2015 y en el que 195 países se comprometieron a limitar el calentamiento global a menos de 2°C a través de la reducción de gases del efecto invernadero y mecanismos de adaptación para los ecosistemas.

Este año, desde el dos y hasta el 14 de diciembre se está desarrollando la COP24 en Polonia. Esta reunión es la tercera en el camino hacia la implementación práctica del Acuerdo de París que será a partir del 2020.

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Con motivo de la COP24, desde la Unión Interparlamentaria y el Sjem de Polonia organizamos una reunión parlamentaria en donde legisladores de todo el mundo, así como expertos en la materia discutimos sobre las experiencias, avances y desafíos que enfrentan los Parlamentos para frenar el cambio climático e implementar el Acuerdo de París de manera adecuada.

Durante esta reunión parlamentaria en tres de las cinco sesiones con expertos se presentaron datos de distintos países como Estados Unidos, Suiza, y Reino Unido en donde se observa una clara correlación entre la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero y el crecimiento del Producto Interno Bruto de los países. Desde luego hay que apuntar, que la presencia de correlación no implica necesariamente causalidad entre las variables. De hecho, en el caso estadounidense el crecimiento en su producción de crudo ha sido un importante factor de crecimiento; sin embargo, si bien la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero no forzosamente genera crecimiento económico, sí podemos afirmar que no existe el falso dilema que algunos actores políticos abanderan al suponer que se debe elegir entre compromisos ambientales y crecimiento económico e incluso cifras proporcionadas por IRENA proyectan un crecimiento en empleos derivados de esta transformación energética de 10.3 millones este año a 28.8 millones puestos de trabajo para 2050.

Otro aspecto particularmente interesante, de acuerdo con el Coordinador del Programa de Cambio Climático de la Asamblea General de la ONU para el Medio Ambiente, “las políticas fiscales son una oportunidad clave para influir en la economía y reducir las emisiones futuras” ya que sólo el 15% de las emisiones globales han sido tratadas por 51 iniciativas de fijación de precios del carbono, y subirían al 20% si China se une a esta iniciativa.

Además de fijar impuestos, los parlamentos o poderes legislativos pueden emprender otras acciones para mitigar el cambio climático. Algunas de las propuestas más interesantes son: establecer mecanismos de transparencia y fiscalización en el uso de los recursos destinados a labores de adaptación de los ecosistemas, crear vínculos con la sociedad civil y con expertos que aporten conocimientos y experiencias esenciales para una toma de decisiones incluyente en la materia, y por supuesto, crear leyes que signifiquen un marco normativo orientado a un mandato claro, con mecanismos de coordinación transversal entre los distintos niveles de gobierno y con metas bien establecidas que puedan ser evaluadas periódicamente tal como lo establece el Acuerdo.

Durante esta reunión parlamentaria con motivo de la COP24, México fue un referente de acciones legislativas en materia de cambio climático gracias a la Ley General de Cambio Climático y el Sistema Nacional de Cambio Climático, lo que podría indicar que avanzamos por el camino correcto, sin embargo es necesario que el Presupuesto de Egresos y las políticas fiscales reflejen también ese compromiso legal así como un trabajo más coordinado con los sectores productivos y las organizaciones de la sociedad civil.

Las metas establecidas por el Acuerdo de París no pueden perderse en el debate político, es necesaria una pronta implementación que pueda frenar el acelerado calentamiento global que amenaza nuestro planeta.

Diputada federal