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Chilpancingo, Méx.— En la región centro la violencia ha puesto su foco en uno de los puntos más sensibles: Los niños. En 11 días tres menores han sido asesinados juntos a sus madres.
El último crimen se registró la noche del jueves en la colonia Norberto Flores Baños, en Chilpancingo. En un paraje fueron encontrados los cuerpos de una mujer y una niña de dos años. De acuerdo al reporte policiaco, la niña y la mujer estaban envueltas en una bolsa negra, en estado de descomposición.
Los agentes explicaron que los perros y las aves de carroña habían comenzado a comerse los cuerpos. La madre y la hija estaban reportadas como desaparecidas desde el 14 de enero, según confirmó el vocero del Grupo Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia.
El jueves 12 de enero, en Tixtla, una mujer de 52 años y una niña de 13 años fueron asesinadas y después quemadas.
De acuerdo a versiones de los vecinos, ese día alrededor de las 4:00 de la tarde, los criminales llegaron a la calle Armendáriz, en barrio Santiago, atravesaron sus carros, entraron a la casa, dispararon contra de las mujeres y después rociaron gasolina. Esperaron 40 minutos hasta la casa se incendió y se fueron. Todo ocurrió a menos de 300 metros de un modulo de la policía.
La tarde del 8 de enero, hombres armados entraron al domicilio de la profesora de la Universidad Autónoma de Guerrero, asesinaron a tiros a Nicéforo Cabrera Rojas, su esposo, un médico internista del IMSS, y a su hijo, Isaac Cabrera Rosado, de 13 años. El domicilio está ubicado atrás del Palacio de Gobierno.
A la profesora se la llevaron y horas después apareció cerca de un puente del río Papagayo. La encontraron policías con impactos de bala.
Este crimen provocó indignación entre la comunidad universitaria que tres días después marchó para exigir justicia.
En ninguno de los casos, la Fiscalía General de Estado ha informado si hay algún avance.