El ataque ocurrido la madrugada del domingo en el bar-discoteca Blue Parrot de Playa del Carmen, donde cinco personas murieron –una mexicana y cuatro extranjeras- no es un hecho aislado, de acuerdo al historial delictivo que envuelve a Quintana Roo, principalmente por la lucha entre cárteles que buscan dominar la venta de drogas.
Se tiene registro de 8 ataques a bares y discotecas desde 2010.
En septiembre de 2010, un grupo delictivo incendió el bar Castillo del Mar en Cancún; ocho personas fallecieron -entre ellas dos mujeres embarazadas-.
En marzo de 2013, varios hombres armados entraron al bar La Sirenita para asesinar al subsecretario de Conflictos del Sindicato de Taxistas, Francisco Achach Castro. Siete personas murieron.
En octubre de 2016 fueron atacados al mismo tiempo dos bares de Cancún, el primero conocido como La Oficina, con un saldo de dos muertos y dos heridos; el segundo, el Xtabay, donde falleció un vendedor de chicles a consecuencia de los disparos.
El 27 de septiembre el capitán de meseros del bar Black and White, ubicado en la Región 221, por la avenida 20 de Noviembre, fue asesinado a balazos por un grupo de hombres al salir del bar para hacer una llamada.
El 27 de noviembre hubo una balacera en el club Mandala, ubicado en la zona hotelera de Cancún, los presuntos sicarios utilizaron silenciadores y realizaron los disparos a quemarropa, por lo que no se notó la agresión hasta que dos personas cayeron muertas y otra persona más resultó herida.
En pasado 22 de diciembre, en la avenida Xcaret con Kabah, en Cancún, Quintana Roo, los asistentes a una feria fueron amenazados por dos personas, enseguida los sujetos comenzaron a disparar y posteriormente huyeron, las autoridades reportaron la muerte de una persona y dos heridos más.
El 9 de enero del 2017 hubo una balacera en el bar El Ejecutivo por parte de presuntos sicarios que llegaron a bordo de motocicletas y un vehículo. Todos lograron darse a la fuga. Dos policías que aseguraban el lugar resultaron heridos.
La madrugada del lunes 16 de enero de 2017 fue atacada una persona al interior del bar Blue Parrot, durante la clausura del festival de música electrónica BMP, lo que dejó cinco personas muertas, tres de ellos miembros del staff de seguridad del festival BMP.
Según información recabada por El UNIVERSAL, en la calle venden “pastillas, perico, ácidos, mota. Yo me gasté 4 mil pesos en perico y tachas, así tan a la mano está”, aseguró uno de los asistentes a local.
“Todos andan vendiendo, hay como 200 vendedores por evento”, agregó otro testigo.
Hoy, 17 de enero, un comando atacó la Fiscalía de Cancún y dos sitios más de forma simultánea con resultado de un policía y tres presuntos agresores muertos.
ml