Juchitán.— Su semblante refleja la tristeza causada por el encarcelamiento que vivió, el dolor provocado por la desaparición de un hermano y la muerte precedida por una larga agonía de sus padres.
“No puedo olvidar los años que nos persiguieron y nos lastimaron. Ellos nos quisieron despojar de nuestras parcelas y no dudaron en quemar nuestras chozas y cultivos de maíz”, señala distante Baldemar Escobedo Méndez, uno de los comuneros de San Francisco la Paz que sobrevivió en la lucha por la defensa de la selva Chimalapa, en la década de los 90.
San Francisco la Paz se localiza en la parte nororiental de Santa María Chimalapa. Sus pobladores han sido los permanentes vigilantes del predio San Isidro la Gringa, una extensión selvática de 40 mil hectáreas codiciadas por los talamontes que durante años ocuparon los chiapanecos y en 1994 fue recuperada por la comunidad zoque.

Como si escudriñara en el pasado para hallar respuestas del presente, Baldemar Escobedo Méndez está molesto y preocupado con la excarcelación de David Vega Guerrero, quien fue detenido por los comuneros de San Francisco la Paz en diciembre del año pasado y liberado el viernes 7 de octubre tras pagar una fianza de 40 mil pesos.
“Puede ocurrir una desgracia en San Francisco la Paz. El señor David —originario de Guanajuato, pero avecindado desde hace años en el poblado La Chinantla, del municipio veracruzano de Uxpanapa— tiene hombres armados. Va a querer vengarse, entonces o nos mata o lo matamos”, afirma Baldemar, como si la muerte no le fuera desconocida.
Como sobreviviente de aquellos años, Baldemar Escobedo evoca cuando su hermano menor, Pablo, de apenas 18 años, desapareció. Nunca más se supo de él. “Dicen que los invasores, con el apoyo de la policía chiapaneca, se lo llevaron, lo mataron y enterraron en algún lugar”.
Entre sus recuerdos aparece una imagen que no se borra a pesar de que han pasado 24 años: “El señor David llegó a la casa con sus pistoleros, arrastró a mi madre Ángela y después le disparó a mi padre Víctor quien ya no pudo caminar. Quedó paralítico y sus últimos 12 años de vida los pasó en una silla de ruedas, ¿por qué salió de la cárcel David Vega?”
Baldemar sobrevivió a aquellos años de persecución. Pasó meses en una cárcel de Chiapas acusado del robo de 300 cabezas de ganado. “Quiero justicia, no quiero venganza”, dice al tiempo que asegura estar listo para acudir al llamado de los chimalapas para desalojar a los invasores.
El conflicto agrario entre Chiapas y Oaxaca surgió poco después de que el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz emitió una resolución presidencial en 1967 en favor de las comunidades de Santa María y San Miguel Chimalapa al otorgarles casi 600 mil hectáreas de selvas y bosques.
Desde entonces Chiapas inició un proceso de ocupación de tierras comunales que los Chimalapas de Santa María, con el apoyo de San Miguel Chimalapa, interrumpieron entre 1975 y 1977 al desmantelar aserraderos ubicados en territorio oaxaqueño.
En la actualidad, el gobierno de Oaxaca espera la resolución de la Suprena Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre una controversia constitucional contra actos de Chiapas en demarcaciones de Oaxaca.