Dzilam de Bravo.— Un inesperado incendio que inició la madrugada del viernes en la biósfera de este lugar provocó la devastación de por lo menos 150 hectáreas de vegetación endémica y manglares.
Al lugar arribaron elementos de las Fuerzas Armadas y de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para controlar el siniestro.
La Biósfera de Dzilam de Bravo es una de las que más vegetación reservada tiene. La única forma de arribar al lugar es mediante embarcaciones o por la vía aérea.

Las labores para controlar el siniestro se complicaron, precisamente por la zona de difícil acceso; sólo se puede llegar a través de la costa de esta región o bien por aire. Elementos de la Marina Armada de México intervinieron en estas acciones incluso con equipo y embarcaciones.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) también envió una veintena de soldados del 11º Batallón de Infantería y del 7º Batallón de Ingenieros de Combate, para colaborar en los trabajos para apagar el fuego.
Se requirió del apoyo de una aeronave de las Fuerzas Armadas para sobrevolar la zona de afectación y tratar de apagar las llamas, y no se pensaba usar también un helicóptero de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Datos preliminares indican que el incendio arrasó con cerca de 150 hectáreas de la reserva federal, por lo que trabajadores de la Conafor intensifican sus acciones para mitigar el fuego.
En la región de Dzilam de Bravo existen algunos vestigios arqueológicos, por lo que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que podría enviar a especialistas para averiguar si hubo daños, una vez que se controle el siniestro.
El director estatal de Protección Civil, Aarón Palomo Euán, indicó que “de solicitarlo la Conafor, enviaría a personal capacitado para ayudar en las labores de control del siniestro, quienes ya están listos para actuar coordinadamente”.
El acceso y la complejidad de la zona en Dzilam de Bravo podría complicar las tareas para apagar el fuego. No se descarta que el incendio fuera provocado, por lo que autoridades estatales y federales, además de haber realizado un sobrevuelo, ingresan al área a través de lanchas para determinar qué causó el siniestro.
El pasado jueves, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que el incendio registrado en la isla de Holbox, en Quintana Roo fue provocado y consumió 87 hectáreas de selva baja y especies nativas, como Palma Chit y Nacax.
El siniestro fue con la intención de provocar el cambio de uso de suelo, luego de que en el área se pretende construir un complejo turístico. La Profepa solicitó no autorizar cambios de uso de suelo en los próximos años.