Juchitán.— En la pequeña comunidad zapoteca de Unión Hidalgo, en el sur de Oaxaca, Pedro y Eduardo se convierten en superhéroes para una docena de niños que los escuchan atentamente en el interior del kiosco del parque municipal.
Eduardo les cuenta las aventuras del Hombre Araña en zapoteco, mientras Pedro sostiene las láminas del héroe estadounidense creado por Stan Lee y Steven Ditko para que los pequeños entiendan la narración.

Pedro Hernández es originario de Unión Hidalgo y artista plástico, Eduardo Vicente Jiménez es de San Blas Atempa. El primero creó —con materiales reciclados— un kiosco portátil de cómic, el segundo adaptó al zapoteco una de las aventuras de Ome Bidxiguí (Hombre Araña) y Bini’ dxi (Duende Verde) que Marbel publicó en los años 60.
Los dos jóvenes sumaron esfuerzos para acercar a la lectura de manera gratuita a los niños de esta comunidad del Istmo de Tehuantepec a través del Primer Festival del Cómic Ome Bidxiguí.
Para el kiosco Pedro utilizó una vieja estructura de guardarropa, tubos, cartón, nylon y rejas de refresco. En el interior colocó estantes de cartón y rejas de refresco, donde exhibe las revistas.
Además, toda la estructura fue intervenida por el artista con los personajes de los superhéroes, para hacer más atractivo el proyecto a los niños de los distintos barrios de la comunidad donde Pedro llevará el kiosco.
“El cómic es uno de los vehículos que el niño utiliza para acercarse a la lectura, que al final ésa es mi intención, que los niños lean, porque somos un país, un estado, una región que lee casi nada y es preocupante, por eso tanta violencia. Los niños necesitan héroes para inspirarse y salvar este planeta”, explicó el joven pintor.
En el kiosco, Pedro presenta más de 100 ejemplares de su colección de cómics, que ha guardado desde los ocho años. En esta colección están las revistas de los X Men de los 90. Los niños toman un ejemplar y después de leerlas las regresan para la lectura de otros niños.
La intención de Pedro es también acercar a los niños al arte y a la ecología, por eso, además de la lectura de cómics, los niños llevan un pequeño taller de pintura y reciclaje, donde se les explica la importancia de cuidar el medio ambiente.
Para este primer festival, Pedro invitó a Eduardo a sumarse, motivado por el proyecto que impulsa desde su tierra natal a favor de la revitalización del zapoteco, a través de materiales didácticos para la enseñanza del idioma en niños.
La iniciativa de cómics en zapoteco es parte del proyecto de creación de materiales educativos en esta lengua del Istmo. Para la primera etapa del proyecto se seleccionó un personaje, el Hombre Araña. Se estudiaron las primeras publicaciones del superhéroe para tratar de captar el tono del lenguaje que aquellas entregas del cómic proponían.
Fue necesario repensar las historias desde el contexto zapoteco, explica Eduardo, hallar las palabras y estructuras más adecuadas para reinventar desde la lengua las aventuras del Hombre Araña, que terminó por llamarse Ome Bidxiguí.
No se trató de hacer una traducción, sino una reinvención y potencializar desde los recursos lingüísticos del diidxazá una visión en contexto de las aventuras clásicas del superhéroe, detalló el estudiante de la licenciatura en Enseñanza de Lenguas en la Facultad de Idiomas de la UABJO en Tehuantepec.
“El Hombre Araña es muy conocido, por niños y adultos, entonces vino la idea de adaptar una pequeña historia entre el superhéroe con uno de sus más acérrimos enemigos, Duende Verde. Con esto se busca promover el uso de lengua zapoteca en espacios que hasta ahora han sido vetados y poco accesibles, y a través de los cuales se espera llegar a las nuevas generaciones”.
Eduardo Vicente también tradujo al zapoteco algunas láminas de Mafalda, y espera avanzar con otros personajes como Tintin.
A pesar de que la propuesta ya se demostró viable para la enseñanza del zapoteco, Eduardo no ha logrado la impresión de las nueve láminas de las aventuras del superhéroe, pero mientras espera concretar el proyecto, comparte con los niños de Unión Hidalgo las aventuras del Ome Bidxiguí en su lengua materna y los acerca a la lectura.