La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) rechazó haber participado en la captura de dos tigres de bengala que presuntamente escaparon del Rancho “San Francisco”, ubicado en el municipio de Ecuandureo, en el estado de Michoacán.
Según un comunicado, la delegación federal de la Profepa en esa entidad confirmó que los hechos difundidos por algunos medios de comunicación son falsos, toda vez que tras una inspección, constató que el lugar se encuentra abandonado y no hay registro ni evidencia alguna de animales en cautiverio.
Puntualizó que el pasado lunes uno de noviembre, al filo de las 18:00 horas, recibió el aviso sobre la presunta fuga de los felinos que habitaban en el citado rancho, por lo que de inmediato entabló comunicación con personal de Protección Civil Estatal, dependencia que confirmó a su vez haber recibido dicho un reporte ciudadano y haber emprendido un operativo para su captura.

La Delegación de la Profepa en Michoacán comisionó personal para el traslado inmediato a la zona, en coordinación con un médico veterinario del Zoológico de Morelia, por contar con las herramientas y medicamentos necesarios para apoyar el operativo, con el objetivo central de preservar la seguridad de los lugareños y la integridad de los ejemplares, así como lograr su captura, manejo y traslado adecuado.
Sin embargo, al filo de las 19:00 horas personal de Protección Civil informó que los tigres habían regresado al rancho por su propia cuenta y media hora más tarde reportó que además habían ingresado a sus jaulas, las cuales habían sido aseguradas para evitar una nueva “fuga” de los ejemplares.
Este martes 2 de noviembre, personal de Profepa junto con personal de Seguridad pública y Protección Civil arribaron al lugar de los presuntos hechos para verificar el estado en el que se encontraban los animales y las jaulas donde habitan. Sin embargo, encontraron el rancho en completa situación de abandono, así como las jaulas vacías y sin rastro de presencia de personas y/o animales desde hace al menos un mes; únicamente hay evidencias de alimento animal (restos óseos ya secos), que en algún momento se le proporcionó a los ejemplares.
De acuerdo con la versión de un funcionario de Protección Civil, todo inició por la denuncia de un ciudadano que habita cerca de la zona, quien “creyó” haber visto un tigre a unos 40 metros de distancia, aproximadamente. Sin embargo el propio funcionario afirmó que ninguna de las personas que participó en dicho operativo vio a los tigres y mucho menos fueron testigos de que los felinos hayan regresado al lugar donde habitaban, por lo que concluyeron que existe la posibilidad de que solamente se trató de un rumor.
Dado lo anterior, si bien el personal de Profepa estuvo en el lugar de los hechos y sigue con atención el caso, hasta el momento no existe evidencia alguna de que dichos eventos hayan sido realidad. Cabe mencionar que la Profepa visitó este Rancho en dos ocasiones para verificar el estado de salud de los tigres y venados que habitaban en ese lugar, así como los documentos que acreditaran su legal procedencia, constatando que todo se encontraba en regla.
La Delegación de Profepa en Michoacán permanece contrastando la información difundida y aclara que hasta este martes no se cuenta con reporte alguno sobre la presencia de los ejemplares en la zona, ataques a personas, ganado u otros animales, ni sobre otra situación emergente, sostuvo en un boletín.
afcl