Tras el “choque” de ayer entre policías y presuntos normalistas en Tixtla, el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, aseveró que su gobierno no reprime manifestaciones, sino que sólo aplica la ley.

El mandatario hizo énfasis en que todas las personas tienen derecho a la libre manifestación, pero no a circular con artefactos que ponen en riesgo tanto su vida como la de terceros.

Dijo que la estrategia del diálogo sigue, pero la de la tolerancia extrema ya llegó al límite; “ya ni bloqueo de calles, ni bloqueo de autopistas, ni acciones de radicalización y de violencia en contra de edificios públicos o en contra de particulares”.

En entrevista con Adela Micha, Ortega refirió que su administración no puede ser omisa frente a acciones anunciadas de violencia en Chilpancingo, la capital guerrerense.

“No reprimimos, sólo aplicamos la ley, nadie puede andar circulando con artefactos que ponen en riesgo su vida y la de los demás.

“La Policía Estatal interviene siempre con los protocolos legales establecidos, acompañada por un Notario Público, un agente de la Fiscalía y un representante de la Comisión de Derechos Humanos”, refirió.

Ayer en Tixtla se registró un "choque" entre presuntos normalistas y policías que les impidieron el paso a Chilpancingo, donde tenían planeadas más acciones en el marco del primer aniversario de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa, que será el próximo sábado.

“Todo mundo tiene garantizado su derecho de libre manifestación, pero su límite está ahí, cuando empieza el derecho de otros”, expresó el gobernador.

Recordó que el pasado domingo, un grupo reducido intentó bloquear la autopista y tomar la caseta de Palo Blanco; el lunes, acudieron a la Fiscalía y realizaron actos vandálicos, mientras que ayer ocurrió el choque en Tixtla.

“Ayer intentaron entrar a Chilpancingo, con bombas molotov y petardos, para generar acciones que habían anunciado de incendio de edificios públicos, por lo que pusimos un filtro antes de entrar a Chilpancingo, no para impedir la libre manifestación, sino para que no circularan con artefactos que ponen en riesgo la seguridad y la vida de ellos y de la población.

“Ni siquiera hubo oportunidad de diálogo con ellos porque en la revisión comenzaron a atacar a los policías”, expresó.

El gobernador también consideró que las próximas manifestaciones ya no subirán de tono. Dijo que se tiene programada una marcha en Iguala y reiteró que las personas tienen derecho de hacerlo, pero “el problema es que no vamos a permitir actos de violencia, no vamos a permitir actos de vandalismo. Hay quienes aprovechando el dolor, la tragedia y el reclamo que podríamos considerar incluso justo de los familiares de los desaparecidos, aprovechan para hacer saqueo, para vandalizar”.

spb

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