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Crónica. Siguen en pie de lucha “hasta encontrarlas”

Artistas urbanos plasman los rostros de desaparecidas en Juárez. Familiares venden dulces para recabar fondos y comprar pinturas

Varias organizaciones estiman que de 1990 a 2010 ha habido unas 2 mil mujeres ausentes, la mitad de ellas por cuestiones ligadas a la explotación sexual (YADÍN XOLALPA. EL UNIVERSAL)
22/07/2015 |04:20Luis Fierro / Corresponsal |
Redacción El Universal
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Ciudad Juárez.— A siete años de la desaparición de su hija, con el rostro desencajado y la mirada perdida como si todo hubiera ocurrido ayer, Luz del Carmen Flores es una de las 30 madres que desde hace unas semanas se unieron a un grupo de artistas urbanos para plasmar, en espacios públicos de esta frontera, los rostros de casi 200 mujeres que fueron víctimas de la violencia de género y hoy están en calidad de desaparecidas o fueron encontradas sin vida en algún paraje desolado.

“Es por la insensibilidad de las autoridades, para que vean que este problema no se ha resuelto, que las niñas siguen desapareciendo. El alcalde va a seguir inaugurando calles bonitas, como si no pasara nada, y nosotras vamos a seguir inaugurando murales con los rostros de nuestras hijas asesinadas o desaparecidas”, dijo.

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Apenas han logrado terminar unos cuantos murales, pero tienen la convicción de que no se detendrán hasta terminar los 185 correspondientes a los casos que tienen documentados, y, si es necesario, seguirán con otros que vayan conociendo.

Desde hace más de 20 años, Juárez adquirió la fama de ser una ciudad donde el feminicidio y la trata de mujeres se mantenía impune, y aunque las cifras difieren según la fuente, varias organizaciones estiman que de 1990 a 2010 ha habido alrdedor de 2 mil víctimas, la mitad de ellas por cuestiones ligadas a la explotación sexual.

Nuestras hijas de regreso a casa, Justicia para nuestras hijas, y otras Ong que han acompañado a las madres de desaparecidas, señalan que existen patrones comunes en los casos de violencia de género: la mayoría son mujeres de entre 17 y 23 años, de tez morena, familias humildes, y que trabajaban o buscaban empleo en la zona Centro de la ciudad.

Una de las teorías sobre el trasfondo del elevado número de desapariciones lo ofrece el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, adscrito al Conacyt, el cual considera, tras analizar restos de cuerpos localizados y expedientes, que hay un móvil relacionado con la “pornografía sádica”, es decir, que las mujeres fueron violentadas y torturadas ante una cámara de video por bandas dedicadas a la prostitución.

Desinterés. “Hay mucha indiferencia de las autoridades, algunos funcionarios nos apoyan y están comprometidos con encontrarlas, pero lo hacen a título personal, como instituciones prefieren decir que no ocurre nada, que son cosas del pasado, son leyendas”, dijo el alcalde Enrique Serrano, sostiene la señora Flores.

Las madres y padres de las jóvenes están realizando actividades en las tardes, los fines de semana, al salir de sus empleos, para recabar fondos y comprar pinturas con la que los artistas —quienes regalan su trabajo— puedan, a partir de las fotos que se usan en las investigaciones, “retratar” los rostros de las jovencitas en las frías paredes de las avenidas.

En los cruceros entregan paletas, jugos y chocolates, con las imágenes de sus hijas y hermanas, no tienen precio, es cooperación voluntaria. Algunos conductores les dan monedas, otros aportan un billete, los más interesados aprovechan para alentarlas y preguntan por las investigaciones.

El proyecto se identifica como Luchando Hasta Encontrarlas; a la fecha se han plasmado las caras de Luz Angélica Mena Flores, Jessica Leticia Peña García, Lilia Alejandra García Andrade, Claudia Antonia Núñez Gómez, Mónica Janeth Alanís Esparza, Gabriela Espinoza María Sagrario González, Fabiola Janeth Valenzuela Banda, Esmeralda Castillo Rincón, Idali Juache Laguna, Jocelyn Calderón Reyes, Brenda Berenice García Castillo y Bertha Alicia Vidal.

Un rostro emblemático para las activistas es el de Marisela Escobedo, asesinada en Palacio de Gobierno en diciembre de 2010 cuando exigía justicia por el homicidio de su hija Ruby Fraire. Las dos aparecen en los murales.

Maclovio Macías, José Luis Alvarado, Nicol Cano, Nicol Gausino, y otros conocidos como Die o Love, son los artistas encargados de los trazos.

“Que no se hagan los ciegos y sordos a nuestras suplicas, que no cierren los ojos a los que está pasando.

“Muchas de nosotras, como madres, ni nos conocemos, pero esto nos está uniendo, y vamos a pedir que se encuentre a las desaparecidas y que se haga justicia a las asesinadas.

“Si el gobierno no puede, que nos dé luz verde y nosotros hacemos las investigaciones, nomás que se hagan a un lado”, exigió doña Luz.