Ser joven y divertida no es un pecado, sin embargo, cuando eres la hija de un pastor las cosas no pueden ser tan ligeras como unas adolescentes podrían querer, y menos cuando estás en México, en donde la fiesta y la música son cada noche.

Las Hijas del buen pastor presentan su tercera temporada, en la cual mostrarán los conflictos morales, sociales, sexuales y espirituales de estas adolescentes; se hará con humor, sin perder la seriedad del drama de los problemas de la pubertad y siguiendo al mismo tiempo las estrictas enseñanzas que sus padres les han inculcado y que aman, pero que no son fáciles.

La tercera entrega, que se estrena hoy a las 23:00 horas a través de Lifetime, fue grabada en Cabo San Lucas; ahí, nueve jovencitas llegan como misioneras para ayudar a personas pobres que no tienen dónde vivir.

Sin embargo, no todo es trabajo, oración y palabras de Dios. Las noches se han hecho para divertise y eso es lo que harán cuando la barra libre esté abierta cada noche.

“Somos jóvenes y vamos a divertirnos”, dice una de las protagonistas. A pesar de que la diversión parece ser constante, la disciplina de la fe y la religión serán difíciles para algunas.

“Cuando me violaron yo no entendí por qué Jesús no estaba ahí para ayudarme y protegerme, y eso me decepcionó mucho”, confiesa Kristiana.

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