En la puesta en escena Limítrofe se expone la personalidad borderline, es decir personas que llegan a un grado de prepotencia y a grandes extremos de su personalidad”, cuenta la actriz Lorena del Castillo.

“Es una obra de teatro divertida, breve, con un gran mensaje”, dice Wendy de los Cobos.

“Necesariamente, saliendo del encuentro con el público, los personajes limítrofes tienen que irse a terapia psicológica o psiquiátrica porque se llega a límites extremos”, expresa Manuel Balbi.

“Estos personajes están a un paso del contacto con la realidad y muy inteligentemente Ignacio Flores de la Lama, autor y director, aborda los temas de una manera divertida, con una investigación bastante seria”, dice Roberto Uscanga.

Son varias obras cortas, dos contadas por las chicas, dos contadas por los chicos y una con todos los personajes juntos; no existe un personaje donde el público no se sienta relacionado, y al final se arroja un mensaje de tolerancia a la aceptación de las personalidades y a tener que comprender que todo el mundo es diferente.

Las sociedad es la que lleva a las personas a estos límites hasta perder la paciencia o rayar en el limítrofe.

Wendy menciona que una cosa es personalidad limítrofe y otra transtorno limítrofe; las personas pueden llegar a cometer una imprudencia y la que ellos representan en la obra es personalidad, la que socialmente se acepta.

Para Lorena fue un proceso sorprendente y agradece que el director también le enseñe y clarifique.

Limítrofe se presenta en La Teatrería los lunes y martes hasta el 6 de diciembre, a las 20:30 horas.

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