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Grandes musicales de Broadway en México hay pocos, y Jekyll&Hyde es uno de ellos, aseguró el director Tomás Padilla, quien lleva ya más de una década enfocado en hacer este tipo de entretenimiento. Hace un año Theatre Properties decidió representar en México estas grandes producciones, por lo que trajeron Romeo y Julieta, y ahora su apuesta es ésta.

“Lo que sí he dicho yo siempre de que he llegado a México es que hay demasiadas producciones, hay mucho teatro y todo mundo se publicita como ‘un gran musical de Broadway’ y no hay control, cualquier producción amateur, infantil, de la escuela parece que es de Broadway”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.

Pese a que refirió que en la publicidad muchas cosas se valen y él no está en contra de las producciones, le parece importante y necesario decirle al público lo que va a ver. Jekyll&Hyde es una de esas que se escriben con mayúsculas.

“Es un musical de Broadway muy potente tipo Miserables y nunca se había hecho en México, es raro. Para mí son los musicales con mayúscula, con negritas y con comillas”.

Recordó que curiosamente, desde el nacimiento del musical hace 20 años se había presentado en todos lados menos aquí, de hecho en 2000 llegó a España con el cantante Rafael. El tema de la muerte, la dualidad entre el bien y el mal para él es lo que puede conectar muy bien con el público mexicano, ya que se celebran tradiciones como el Día de los Muertos.

Para dar vida a este proyecto dentro del Teatro Moliére con una producción nunca antes vista transformaron el recinto.

“Es un espacio precioso pero no es un teatro, era un cine, no tiene maquinaria escénica absolutamente nada que apoye al teatro, hemos tenido que construir un teatro con mayúsculas dentro del escenario, ya lo sabíamos pero ha sido costoso y dificultoso. Es algo que en México ni en españa se había visto, sólo en Holanda”.

La puesta en escena está protagonizada por Abel Fernando, Aranza, Mauricio Castillo, José Joel e Ivonne Montero.

Abel platicó que su rol principal llega en un momento clave, pues hace 15 años escuchó por primera vez la música de la obra y se enamoró de ella y del Dr. Jekyll, deseó, además, poder actuar en el papel que fuera.

“Desde aquellos años dije ‘algún día alguien va a montar esta obra y yo quiero hacerla’, mi sueño era hacer el personaje —que Dios me lo está permitiendo hacer—. Yo me daba por servido con estar en la obra pero llega en el momento que tiene que llegar porque son dos personajes en uno”.

La obra se presenta jueves y viernes en el Teatro Moliére.

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