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La cita es a las 20:30 horas en un departamento de la colonia Doctores, ahí la gente llega de a poco y toca a la puerta con un dejo de duda; no está segura si es el sitio donde se llevará a cabo la presentación de la obra Para Eliza, pero los titubeos se van cuando una chica de ojos claros abre la puerta y los recibe con cierta familiaridad, señal de que la función ha comenzado.

Adentro el espacio ha sido modificado de tal manera que el público queda alrededor de las dos actrices que protagonizan la obra, Laura Camés y Paula Vrelly, quienes semidesnudas sobre una alfombra se encuentran dibujando a las personas que van tomando asiento, todo forma parte de esta historia donde una pareja de hermanas están inmersas en un juego perverso que las llevará a sanar una herida hecha por sus padres.

“La verdad, cuando nos lo propusieron yo estaba un poco escéptica, pero ya con el paso de todas las funciones sí te da tablas en muchos sentidos, tienes a la gente tan cerca que no puedes hacer como que sientes, tengo que estar súper receptiva al espectador y ver cómo lo está recibiendo te obliga a estar aquí y ahora”, explicó Paula.

Todo el tiempo el espectador es parte activa en el desarrollo de la obra, donde las actrices los confrontan, hablan con ellos y los hacen parte de la realidad que están recreando, todo a una distancia muy corta, casi al alcance de la mano.

Laura explicó que cada función es distinta, no importa que ya lleven 85 representaciones de la misma historia, el humor y actitud del público es lo que le da el ritmo a la función.

“El teatro es eso, es para el público, el espectador nos entrega su presencia y sus estímulos, y yo esto lo hago en un acto de entrega al público, es 50/50”.

Así durante hora y media el público tuvo una verdadera experiencia en 3D, llevando el teatro fuera del teatro hasta un espacio lleno de cotidianidad, directo en la casa del espectador que les brinda el ambiente, la escenografía y la iluminación.

“Prácticamente las obras echan mano de lo que tienen los departamentos, entonces no nada más no dependemos del gobierno, sino que tampoco dependemos de invertir demasiado y podemos hacer teatro, que eso es uno de los problemas para hacer teatro”, declaró Paula.

Gracias a lo intimista que es esta experiencia, por lo regular no son más de 11 personas como público en cada función; suele ser impactante e intensa, pero aun así la gente está dispuesta a repetir.

“Me gustó mucho la idea de interactuar con los actores, es muy divertido y espontáneo”, compartió Liliana, quien formó parte del público.

También para la anfitriona de esa noche, Estela Alegría, fue algo diferente porque ofreció su casa aún si saber muy bien de qué se trataba.

“Fue muy padre, yo nada más les dije muevan lo que tengan que mover, pero todo fue muy bonito”.

Aunque el hecho de recibir a gente extraña en su casa la hizo dudar un poco, Estela comentó que su deseo de vivir algo nuevo la animó a abrir las puertas de su hogar, con tan buen resultado, que está dispuesta a repetir la experiencia y recibir otra obra.

Laura, Paula y su director Xavier Villanova se encargaron de regresar cada mueble a su lugar, para después tener una pequeña convivencia con el público, donde escucharon opiniones, dudas y hasta el ofrecimiento de una nueva casa para llevar Para Eliza o alguna de las otras cinco obras que están en la cartelera del Movimiento Teatro Íntimo para Departamentos, incluyendo la experiencia musical de Jazz en Depas.

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