Una verdadera fiesta fue la que ofreció Carlos Vives en el Auditorio Nacional cuando  con su estilo y poniendo el ballenato en alto no dejó de bailar e hizo un homenaje a los compositores mexicanos sin dejar de lado los temas de controversia con pequeñas alusiones a Donald Trump y el conflicto fronterizo entre Colombia y Venezuela.

"No saben las ganas que teníamos de llegar a este momento de encontrarnos en este lugar tan maravilloso. Trabajar para ustedes todos estos años ha sido un honor muy grande. Aquí tengo una chica hermosa que tiene una bandera de Venezuela. Para mí somos los mismos por donde nos agarren, así que feliz de tener el cariño de ellos también y dedicarles esta canción con mucho cariño", dijo antes de "La tierra del olvido".

Aunque las luces se apagaron poco antes, todo comenzó a las 20:15 horas con un video proyectado en las tres pantallas mostrando el éxito internacional que ha conseguido el cantante colombiano. Entre humo y de en medio del escenario salió enloqueciendo a su público, que no dejó de gritar.

Vestido de negro y con una chamarra con "Vives" escrito en la parte trasera junto a la imagen de un tigre interpretó "Mil canciones", mientras se aproximó a cada extremo del escenario y acarició las manos de los asistentes más cercanos y juguetear con un balón de fútbol que después regaló a sus fans.

Los saltos no faltaron, ni la energía o algunas banderas colombianas entre el público. Acompañado de trece músicos, con un acordeonista incluido, instalados en unas tarimas en forma ascendente puso el baile y encendió los ánimos al ritmo de "Pa Mayte" qué puso los brazos de todos arriba en donde hasta tocó la armónica e hizo los movimientos como si de un boxeador se tratara.

"México, ¡buenas noches!", expresó al tiempo que se quitaba su chamarra. "México ya empecé a sudar y estamos empezando", expresó antes de "Canaguatera", pero la emoción y los cánticos desbordaron con los acordes de "Matilde Lina" en la cual modeló y brindó pasos con un sombrero incluido.

"Para los chilangos y las chilangas y para mi amigo Manuel que llegó. Gracias por estar aquí esta noche, recuerdo la primera vez que vine a este foro fue a verte, estoy feliz de estar aquí arriba", le dijo a Manuel Mijares, quien estaba en las primeras filas y se acercó a darle la mano.

Así siguió "Déjame entrar" y "Quiero verte sonreír", que dedicó a México. Tras reverencias en agradecimiento a los aplausos y aunque sin la presencia de Michel Teló, con quien comparte el tema, puso voz a "Como le gusta a tu cuerpo"

Con su playera negra, con una especie de calavera, completamente mojada le dio el micrófono a una fan y algunas parejas comenzaron a bailar en "Ella es mi fiesta" en un show de promoción de su último disco de estudio + Corazón Profundo.

"Vengo de una ciudad muy hermosa, de gente muy diversa y de buen corazón, gente humilde, gente que no ha tenido posibilidades o dinero porque la economía no ha sido para ellos juiciosa y de ellas las ideas que vinieron a nuestras mentes para trabajar. Sin embargo, hay gente que en realidad es tan pobre que lo único que tienen es dinero y mi gente no tiene dinero, pero ha sido muy rica en su espíritu. Yo vengo de Santa Marta", dijo haciendo referencia a Donald Trump para tomarse un tiempo en explicar la fundación de su ciudad por parte de un español.

"¡Viva México!", gritó en la esperada "Fruta fresca" y subió a una chica con él al escenario para unirse en "Bailar contigo", dedicando ese baile a sus respectivos esposos, de él con una duración de 13 años y dos hijos.

Las imágenes de los integrantes de ChocQuibTown lo acompañaron en "El mar de sus ojos" en la que ondeó a lo alto una bandera mexicana y, con un nudo en la garganta, recordó a su papá que le mostró la cultura mexicana de la que se enamoró por lo que hizo un homenaje a autores como José Alfredo Jiménez.

"No habrá nada de nuestra problemática, nada que pueda cambiar el sentimiento que tenemos por México, conocimos a su gente a través de su arte e historia y ya no nos podemos olvidar. Sentimos propia la música mexicana, yo me identifico".

Con todo el Auditorio siguiéndolo cantó un pedazo de "Noche de ronda", de Agustín Lara, así como "Te solté la rienda" y "No volveré".

El final vislumbraba de la mano de "Volví a nacer", que forma parte del disco con el que volvió a la industria musical después de casi ocho años. Con una gran sonrisa se despidió y desapareció del escenario, pero los gritos que pedían más lo hicieron regresar con "La foto de los dos", se puso su guitarra como hace 23 años para "La Hamaca grande" y cerró con "Gota fría" a las 22:20 y tras dos horas de concierto.

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