Cinco meses han transcurrido desde los terremotos de septiembre del año pasado —y ya ayer se vivió otro de 7.2 grados— y en la Ciudad de México los trabajos de reconstrucción, además marchar lento —algo que naturalmente ha provocado gran molestia entre los damnificados—, se hallan en situación incierta, por decir lo menos, debido a un diferendo entre la comisión especial creada para la reconstrucción y la Asamblea Legislativa de la CDMX, a causa de la falta de transparencia y discrecionalidad que, acusan en dicha comisión, ha imperado en la asignación y uso de los recursos en este tema.
La mayor parte de los 8 mil 772 millones de pesos del presupuesto para tareas de reconstrucción este 2018 en la capital ya tienen destino, según un oficio que envió la Asamblea Legislativa capitalina a la Secretaría de Finanzas, para que empiece a liberar los recursos.
Ante ésto, en algo que en cuestión de horas cobró dimensiones de crisis, tanto Ricardo Becerra —ahora ex comisionado para la Reconstrucción de la Ciudad de México—, como el hoy también ex subcomisionado Mauricio Merino, presentaron su renuncia a estos cargos, por considerar que los diputados de la Asamblea Legislativa se arrrogaron facultades para autorizar los recursos, cuando esta potestad, por ley, debería ser del gobierno central y de la propia Comisión de Reconstrucción, creada para ello.
En su carta de renuncia Becerra expone que hace días recibió un documento de la Asamblea donde “ratifican que los recursos destinados a la reconstrucción ya fueron decididos por ellos mismos desde diciembre del año pasado e instruyen a que la Secretaría de Finanzas de manera inmediata proceda a aplicar los recursos del Programa de Reconstrucción”, ante lo cuál, expresa el ex comisionado, la comisión resulta superflua.
El jueves los asambleístas Mauricio Toledo y Leonel Luna del PRD, y Jorge Romero del PAN —señalados de controlar el dinero de la reconstrucción— dieron a conocer un desplegado en el que “de acuerdo con la ley” es la Asamblea Legislativa la que se encargará de “evaluar y aprobar los planes de acción que elaboren dependencias e instituciones de la CDMX”. El jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera, se limitó a expresar que no se permitirá el desvió de los recursos para la reconstrucción.
La Comisión para la Reconstrucción de la CDMX fue creada por el gobierno de la Ciudad para garantizar el buen uso del dinero de la reconstrucción y para que en este proceso la sociedad civil estuviera presente, avalando las labores. No se entiende por ello que la Asamblea pase por alto a este órgano a la hora de asignar los recursos, algo que inevitablemente despierta suspicacia. Por ello urge la intervención del gobierno capitalino para restaurar las funciones de la comisión especial, para garantizar la adecuada asignación del dinero y para evitar que un tema tan sensible —y más tras el recordatorio de ayer— se siga politizando.